Ha habido una terrible caída de la riqueza familiar, ya que dichos pretendientes han sido invitados de manera permanente, mientras Penélope aplazaba su elección durante tres o cuatro años.
En el libro 2 Telémaco intenta consolidar su autoridad cuando ordena a los pretendientes que se marchen de su país.
En el libro 3 Telémaco es educado en el antiguo contrato social griego entre los anfitriones y sus huéspedes.
El concepto, llamado "xenía", es sencillo: el anfitrión debe ofrecer a los huéspedes aquello que quieran, y los huéspedes no deben abusar de esta generosidad, ya que podrían encontrarse en el rol de anfitrión en el futuro.
Telémaco empieza a aprender y apreciar qué tipo de hombre era su padre.
La historia que Néstor cuenta de Orestes sirve en particular como modelo a seguir para Telémaco: al igual que Orestes mató al despótico pretendiente que ocupaba el trono del estado su padre Agamenón, Telémaco debería matar a los pretendientes y reclamar el estado de su propio padre.
Menelao se muestra dispuesto a cumplir con lo pedido por Telémaco, y cambió los caballos y el equipo de caballos que le había dado por un cuenco de vino hecho por el dios Hefesto.
En el libro I, Atenea visita a Telémaco disfrazada del mortal Mentes para poner al joven hombre en acción.