Xenía

Cuando un jefe portador de una tablilla así reclamaba la hospitalidad o un simple servicio, obtenía inmediatamente lo que pedía.

Más tarde, los ciudadanos de las repúblicas hicieron alianzas análogas a ésta, viniendo ello a ser un recurso para los casos de guerra o proscripción.

Estos próxenos recibían en sus casas a los extranjeros, los atendían y juzgaban sus litigios.

En Grecia la voz «xenía» se empleaba especialmente en la expresión epí xenia para designar la invitación a una comida oficial y en este sentido se la halla a menudo en Ática.

La expresión epí xenia estaba reservada a los huéspedes extranjeros: en Atenas se distinguían los xenia del deipnon, que se aplicaba a los atenienses.