Ulises y las sirenas es un cuadro del pintor victoriano Herbert James Draper pintado en 1909.
El tema de los seres mitológicos como las ninfas y las tentaciones se convertiría en una obsesión en la obra de Draper.
[1] Advertido por la diosa Circe de lo peligroso que era el canto de las Sirenas, Ulises ordenó tapar con cera los oídos de sus remeros y se hizo atar al mástil del navío.
Si por el hechizo musical pedía que lo liberasen, debían apretar todavía más fuerte sus ataduras.
Gracias a esta estratagema Ulises fue el único ser humano que oyó el canto y sobrevivió a las sirenas, que devoraban a los infaustos que se dejaban seducir.