[4] Fue bibliotecario, orador, amante del boxeo y practicante asiduo de la caminata en su juventud.
Durante la campaña presidencial de José Vasconcelos, el futuro presidente López Mateos puso a las órdenes del candidato sus cualidades oratorias.
Durante su administración se crearon el ISSSTE y del Museo Nacional de Antropología.
Su gobierno se caracterizó por una política de equilibrio entre las fuerzas conservadoras y las progresistas.
Junto con Lázaro Cárdenas y Ruiz Cortines, suele ser clasificado como uno de los presidentes mexicanos más populares del siglo XX.
Esa decisión impulsó la carrera política de López Mateos, le abrió la puerta para que doce años más tarde fuera presidente.
Los primeros fueron hijos de su esposo, el Dr. Mariano Gerardo López Sánchez, con quien se había casado en 1899.
Sin embargo, el peculio que poseía no era suficiente para pagar los estudios de todos sus vástagos.
Por ello, Adolfo cursó la primaria en el Colegio Francés, dirigido por los Hermanos Maristas, a merced de una beca que le fue proporcionada por la Fundación Rafael Dondé.
En ese tiempo, aunque estaba desprovista de medios económicos, Elena Mateos y sus hijos asistían puntualmente a la ópera.
Jugando fútbol y practicando el boxeo con algunos de sus condiscípulos, López Mateos concluyó su educación primaria obteniendo buenas calificaciones.
Pese a que durante esta época mostró poco interés por el estudio, con su energía e inteligencia se ganó el afecto de varios profesores, entre ellos el del licenciado Enrique González Aparicio (1890-1940), quién lo aceptó como pasante en su bufete y más tarde le consiguió un empleo en la Editora Popular, donde Adolfo reforzó su gusto por la lectura.
Desde joven, López Mateos empezó a destacarse en actividades deportivas con las frecuentes excursiones y caminatas que organizaban un grupo de jóvenes que más adelante lo llevarían a la realización de una hazaña mayor.
Por esa época, el joven López Mateos había llamado la atención de sus maestros por su gran talento y preparación cultural, desempeñándose como catedrático de literatura e historia en el instituto toluqueño, donde conoció a su admirado José Vasconcelos, quien al igual que Antonio Caso, representaba las corrientes humanistas que los jóvenes de esos tiempos habían tomado como modelo a seguir.
Estos convocaban a los inquietos alumnos de ese tiempo educados en el Ateneo de la Juventud y en la Universidad Nacional, entre los que sobresalían Salvador Azuela, Héctor Pérez Martínez, Rafael Heliodoro Valle, Xavier Villaurrutia, Jaime Torres Bodet y Salvador Novo.
Aunque aparentemente por la decisión arbitraria de los jueces a López Mateos se le dio el segundo lugar, sus compañeros lo pasearon en hombros.
En 1929, López Mateos se afilió a la campaña presidencial del licenciado José Vasconcelos, donde puso sus dotes oratorias al servicio de la causa.
Como otros jóvenes de su tiempo, Adolfo leyó la novela Sasha Yegulev de Andréyev y se identificó con la tragedia que se narra sobre el joven que da su vida por transformar a su patria.
Se afirma que trabajó como asistente para el general Jorge Ubico, presidente de Guatemala.
Con una brillante tesis titulada “Delitos en contra de la economía política”, Adolfo López Mateos se recibió como abogado.
Don Isidro era el hombre fuerte del estado, por ende, gozaba de influencias.
Al ser nombrado Fabela representante mexicano en el Tribunal Internacional de La Haya, López Mateos ocupó su lugar en la Cámara Alta y lo ostentó hasta 1952.
Con 6 767 754 votos a favor, Adolfo López Mateos se convirtió en el nuevo presidente de México.
Entre los delitos que se les adjudicaron estaba el de “disolución social”.
Así, la generación de electricidad, hasta entonces controlada por empresas extranjeras como The Mexican Light and Power Co., pasó a manos del gobierno.
Durante su mandato la economía estuvo en auge gracias al secretario de hacienda Antonio Ortiz Mena.
[12] Entre otras obras públicas, se construyó el Centro Hospitalario 20 de Noviembre del ISSSTE, y unidades habitacionales como el Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco o el Conjunto Habitacional Unidad Independencia en la delegación Magdalena Contreras, así mismo los cuatro primeros edificios de la unidad profesional de Zacatenco del Instituto Politécnico Nacional.
El mandatario realizó visitas oficiales a Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Chile, Indonesia, Filipinas, Japón, India y Belice entre un sinfín de países.
Durante dos años vivió en estado vegetativo, por muerte cerebral, recibiendo asistencia mecánica de tipo ventilatorio.
[14] Perteneció a la misma familia que Ignacio Ramírez, Juan Antonio Mateos y Francisco Zarco.