El Departamento del Distrito Federal (DDF) fue el último departamento administrativo de la administración pública federal mexicana, creado para asumir el gobierno del Distrito Federal y en especial de su Departamento Central —que se dividió en 1970 para crear tres delegaciones políticas—.
Esto coincidió con las primeras elecciones legislativas en que triunfaba la oposición desde las celebradas en junio de 1912.
Esta modificación constitucional fue el resultado de varios factores.
Uno de ellos fue las reformas democráticas llevadas a cabo en esa época que buscaban la disminución del poder de la figura presidencial, encabezada por el Partido Revolucionario Institucional, que se había mantenido hasta entonces.
Este reclamo se basaba en que los funcionarios del Gobierno del Distrito Federal no eran electos sino nombrados por el presidente de la República y en el hecho de que el Distrito Federal no contaba con un órgano propio con facultades legislativas, sino que el Congreso de la Unión, el cual está compuesto por representantes de todos los estados del país, legislaba en todo lo concerniente al Distrito Federal.