El PARM fue fundado por un grupo de veteranos de la Revolución mexicana que ya no encontraban acomodo en el partido oficial, el Partido Revolucionario Institucional, encabezados por Juan G. Barragán y Jacinto B. Treviño, ambos destacados generales revolucionarios que habían ocupado importantes cargos gubernamentales.
Al ir avanzando el proceso democrático mexicano desde la reforma política de 1977, todos los partidos, incluyendo los paraestatales, debieron asumir una actitud más crítica y competitiva para sobrevivir.
Sin embargo, al no haber obtenido el porcentaje mínimo de votos establecido por la ley (1.5%), se le retiró el registro como partido político nacional.
Logró recobrar el registro en 1984, adoptando a partir de entonces una línea más crítica hacia el régimen del PRI.
Sin embargo, al culminar el proceso electoral, se negó a formar parte de la nueva fuerza constituida por Cárdenas sobre el registro del Partido Mexicano Socialista y volvió a su situación anterior de apoyo al gobierno.