Al menos en una versión tardía se dice que Deméter era hija de Urano y Hestia.
[7] Es fácil confundir a Deméter con Gea, su abuela, y con Rea, su madre, o Cibeles.
Es bastante probable que existiese una relación con los cultos a diosas de la Creta minoica.
[19] En honor a Deméter de Misia se celebraba una fiesta en Pellene, Arcadia.
Los lugares de culto a Deméter más importantes no se concentraban en ninguna región concreta del mundo griego, sino que se repartían por muchos lugares: Eleusis, Hermíone, Megara, Celeas (cerca de Fliunte), Lerna, Égila (actual Anticitera), Muniquia, Corinto, Delos, Priene, Acragante, Pérgamo, Selinunte, Tegea, Tóricos, Díon, Licosura, Mesembria, Enna y Samotracia.
Deméter enseñó a la humanidad las artes de la agricultura: sembrar semillas, arar, recolectar, etcétera.
En la época romana, aún se sacrificaba una marrana a Ceres cuando había una muerte en la familia, para purificar el hogar.
Los nombres de Deméter y Poseidón están relacionados en las primeras inscripciones en lineal B halladas en Pilos, donde aparecen como PO-SE-DA-WO-NE y DA-MA-TE en el contexto sagrado de echar a suertes.
Ella se resistió a Poseidón, pero no pudo ocultar su origen divino entre los caballos del rey Oncos.
Perséfone se convirtió en diosa del inframundo cuando Hades la secuestró en la tierra y la llevó con él.
La vida se paralizó mientras la deprimida Deméter (diosa de la tierra) buscaba a su hija perdida (descansando en la piedra Agelasta).
Fue durante su viaje para rescatar a Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los misterios eleusinos.
También Fítalo recibió hospitalariamente a Deméter y como premio la diosa le dio la higuera.
[21] Algunos investigadores creen que la historia de Demofonte está basada en una leyenda popular prototípica anterior.
Dice que Deméter engendró, fruto de ser forzada por Poseidón, a Arión y una hija, Despena.
[35] Finalmente la diosa también amó al joven ateniense Mecón; este fue transformado en la flor de la amapola, asociada a la propia Deméter.