Hestia

No es, por tanto, una deidad originalmente antropomorfa, y de ahí que apenas tenga una mitología propia.

Homero no la menciona pero Hesíodo la introdujo en el panteón olímpico como la hija primogénita de Crono y Rea.

A pesar de su limitada mitología, Hestia siguió siendo una diosa muy importante en la antigua sociedad griega.

[9]​[10]​[11]​ Se refiere por tanto al oikos: vida doméstica, hogar, casa o familia.

En Hesíodo se encuentra «el que no tiene casa (ánoikos)» y también hace referencia a la diosa de forma corpórea.

Inmediatamente después de su nacimiento, Crono se tragó a todos sus hijos (Hestia fue la primera en ser engullida) excepto al último y más joven, Zeus, que fue salvado por Rea.

La modesta diosa Hestia, renunció a su asiento en la alta mesa en su favor, feliz de tener una excusa para eludir las reyertas por celos de su familia y sabiendo que siempre podía contar con una acogida tranquila en cualquier ciudad griega que le apeteciese visitar».

[26]​[27]​ Su estatus mitográfico como primogénita de Rea y Cronos parece justificar la tradición en la que se hace una pequeña ofrenda a Hestia antes de cualquier sacrificio ("Hestia es lo primero"), aunque esto no era universal entre los griegos.

En la Odisea 14, 432-436, el leal porquero Eumeo comienza el festín para su amo Odiseo arrancando mechones de la cabeza de un jabalí y arrojándolos al fuego con una plegaria dirigida a todos los poderes, luego trinchó la carne en siete porciones iguales: "una la apartó, elevando una plegaria a las ninfas del bosque y a Hermes, hijo de Maya.

En el arte griego clásico, a veces se la representa como una mujer simple y modestamente cubierta con un velo.

[35]​ Hesíodo dice que durante la Titanomaquia lucharon tanto los varones como las hembras de cada bando.

Eso explica, según Platón, que su nombre esté etimológicamente vinculado con la palabra "esencia".

Ovidio narra una escena en la que Príapo borracho, había intentado violar a Vesta (Hestia).

Pasaron la noche en vela con vino abundante: los unos deambulaban despreocupadamente por los valles del sombrío Ida; otros estaban echados, descansando en la hierba blanda.

Éstos jugaban, aquéllos echaban un sueño; otros ponían lazos en los brazos y golpeaban tres veces el suelo verde con rápido pie.

La diosa se levantó, asustada por la ronca voz; todo el grupo acudió volando.

[40]​ Es posible que esta historia sea una deformación latina posterior de una escena parecida protagonizada por la ninfa Lotis.

[44]​ Otros lugares donde diferentes fuentes literarias mencionan que se la veneraba eran Delfos,[38]​ Ténedos,[43]​ Naxos[45]​ y Larisa.

[52]​ A su equivalente romana, Vesta, se le rendía culto en un templo de especial importancia.

La Hestia Giustiniani es una de las pocas representaciones de esta divinidad. Se conserva en el Museo Torlonia de Roma .
Hestia sosteniendo una rama de árbol casto, figura roja kylix , atribuida a Oltos, Museo Nacional de Tarquinia
Hestia (?) en el friso norte del Tesoro de Sifni , siglo VI a.C., Museo Arqueológico de Delfos , Grecia .