El templo existente usó arquitectura griega con columnas corintias, mármol y una cella central.
Según la tradición romana, el culto a la diosa Vesta fue creado por Numa Pompilio, segundo rey de Roma.
Según Ovidio, su forma redonda con un hogar en medio es una representación simbólica de la Tierra, con su fuego central e inmóvil.
Sin embargo, no se puede sacar de estas similitudes simbólicas otra conclusión más que la antigüedad extrema de este culto y su carácter indígena.
[12] Alrededor del templo se alzaba la Arboleda sagrada, en la que también había un cementerio para sacerdotes y vírgenes.
Volvió a estar amenazado en el año 14, y se evacuaron los objetos sagrados.
[18] Las fuentes antiguas hablan de otras dos destrucciones del templo en incendios.
[20] La llama sagrada fue apagada en 394 por Teodosio I después de que ganara en la batalla del Frígido, derrotando a Eugenio y Arbogastes.
Sin embargo, según el testimonio del erudito Onofrio Panvinio, en 1549, el edificio fue completamente demolido y su mármol reutilizado en iglesias y palacios papales.
La sección que hoy se ve, en pie, fue reconstruida en los años treinta durante la dictadura de Benito Mussolini.
El techo era cónico y tenía una abertura para permitir la salida del humo.