Esta década está claramente influida por la crisis económica (llamada «Gran Depresión») provocada por el Crack del 29, que tuvo un alcance mundial y provocó fuertes tensiones sociales y políticas que permitieron la aparición de dictaduras como la de Hitler en Alemania o Metaxas en Grecia.
Este surgimiento de totalitarismos acabó desembocando en una nueva guerra mundial.
El nuevo régimen nazi obtiene numerosos territorios sin disparar un solo tiro, frente a la cual se opone una política de apaciguamiento liderada por las democracias liberales occidentales que finalmente fracasó.
El Imperio japonés se consolidaba en Asia afectando los intereses de Europa y Estados Unidos, especialmente en el Pacífico.
En Estados Unidos el presidente Franklin Delano Roosevelt lideró la recuperación económica del país tras la crisis provocada por la Gran Depresión de 1929.