Santiago Casares Quiroga

Desde temprana edad estuvo ligado al republicanismo y llegó a militar en varias organizaciones políticas.

[5]​ Su padre, concejal republicano,[6]​ masón y ateo,[7]​ llegaría a ser alcalde de La Coruña en 1917.

[8]​ Concejal del Ayuntamiento de La Coruña desde 1907,[8]​ formó parte junto a Segundo Moreno Barcia y José Martínez Rodríguez del núcleo republicano coruñés que se coaligó a su vez con elementos regionalistas y neocarlistas para constituir la llamada Solidaridad Gallega.

[8]​ Tuvo una hija nacida en 1910 en Madrid, Esther Casares Quiroga, a la que reconoció con sus apellidos y se llevaría de vuelta a La Coruña, y con la que al parecer Casares Quiroga continuaría manteniendo contacto durante al menos su adolescencia.

[10]​ Destituido como concejal del consistorio coruñés como consecuencia de su participación en una campaña anticlerical en 1917,[8]​ contrajo matrimonio en 1920 con Gloria Pérez Corrales,[11]​[12]​ con la que tuvo en 1922 otra hija: la actriz María Casares.

[13]​ Fue fundador en 1928 del Partido Republicano Gallego,[14]​ del cual también fue uno de sus dirigentes; con posterioridad fue dirigente de la regionalista Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA),[15]​ si bien Casares Quiroga mostraría escaso interés en promocionar el galleguismo.

En diciembre de ese año, fue enviado a Jaca como delegado del Comité Revolucionario Nacional (CRN) en la clandestinidad para evitar que el capitán Fermín Galán Rodríguez —encargado de sublevar la guarnición de la localidad pirenaica dentro del plan general— se anticipase a la fecha acordada por el CRN, dando con ello al traste con el plan del Comité.

[18]​ Con ello, la sublevación tuvo lugar a primera hora del día siguiente, con éxito efímero.

Con posterioridad asumiría la cartera de Gobernación durante el bienio republicano-socialista (1931-1933),[23]​ presidido por Manuel Azaña, del que Casares era amigo personal.

Sería nombrado ministro de Obras Públicas en un nuevo gabinete presidido por Manuel Azaña.

En un principio la idea de los dirigentes del Frente Popular había sido que Indalecio Prieto asumiera la jefatura del gobierno, pero llegado el momento se encontraron con el veto de Francisco Largo Caballero y la facción socialista que este acaudillaba.

A pesar de la gravedad de los acontecimientos, no informó a sus ministros sobre lo sucedido; no sería hasta pasada una hora,[d]​ mientras intervenía el ministro Juan Lluhí, cuando interrumpió en seco la reunión y comunicó al gabinete lo sucedido en Melilla.

En Madrid y otras capitales las organizaciones obreras, singularmente la CNT y la UGT, hicieron peticiones al gobierno para que autorizase el reparto de armas entre la población para resistir el golpe.

Pero Casares Quiroga se negó rotundamente y llegó a decir: «Quien facilite armas sin mi consentimiento será fusilado».

[52]​ Fue sustituido por Martínez Barrio, al frente de un gobierno que no llegó a tomar posesión, y por José Giral definitivamente.

[35]​ Su actividad política se centró en su partido Izquierda Republicana, liderando su apoyo al Gobierno desde el grupo parlamentario en las Cortes.

Tras la caída de Cataluña marchó a Francia junto con Azaña y Martínez Barrio.

Retratado como ministro de la Gobernación hacia 1932
Estatua en La Coruña situada en la plaza homónima.