Gonzalo González de Lara
[3] Unos meses antes, en el mes de abril, se habían formado en Burgos dos juntas clandestinas: una civil, dirigida por el general Fidel Dávila Arrondo, y otra militar, dirigida por el general González de Lara, que será el verdadero alma de la conspiración golpista en Burgos.Posteriormente fue conducido a la prisión de Guadalajara.[7] Tras el fracaso de la sublevación en Madrid, partieron hacia Guadalajara varias columnas de milicianos, policías y guardias civiles al mando del coronel Ildefonso Puigdendolas.[6] El 22 de julio las fuerzas republicanas lograron derrotar a los sublevados y reconquistar la ciudad tras una breve pero intensa lucha.González de Lara murió durante los combates.