Como parte de dichos procedimientos, escribió un informe sobre los altos mandos del ejército español en Marruecos, en el que Franco no quedó muy bien parado.
Durante su permanencia en este destino se distinguió por su acatamiento de la autoridad civil, el respeto al régimen autonómico catalán y la prudencia con que actuó en las tensiones entre algunos sectores militares y la nueva administración autonómica.
Sin embargo, Batet se puso en contacto con el presidente del Gobierno Lerroux, el cual le ordenó que declarase el estado de guerra.
Tras 5 horas, los insurrectos comandados por el coronel Frederic Escofet se rindieron y fueron hechos prisioneros.
[2] Por su participación en la restauración del orden obtuvo la Cruz Laureada de San Fernando.
Por ello fue detenido por sus subordinados, el teniente coronel José Aizpuru Martín-Pinillos y el comandante Antonio Algar Quintana.