Capillas de la catedral de Toledo

La actual tiene su origen en 1498 cuando el cardenal Cisneros quiso trasladar desde la capilla mayor los enterramientos reales, cosa que finalmente no se hizo.En el siglo XIII sirvió como funeraria para albergar los restos mortales del arzobispo Gonzalo Díaz Palomeque.La bóveda poligonal pertenecía a la capilla de los Reyes Viejos que quedaba algo separada.Con esta división, el presbiterio resultaba algo estrecho y no muy propio de semejante catedral.[4]​ También en su origen, la capilla estaba cerrada lateralmente por dos magníficas "rejas" de piedra, que eran como enormes cancelas.Queda la parte correspondiente a la Epístola y por ella puede deducirse que se trataba de un gran trabajo.La autoría de la obra no está clara, atribuyéndose al florentino Andrea Sansovino que más tarde trabajó en la corte portuguesa con estilo similar.La unificación de los distintos ritos por el papa Gregorio VII no evitó que en Toledo se mantuviera un rito propio, (a la postre llamado hispanomozárabe) que tomaba su razón de ser en el viejo hispanorromano.Pero lo difícil era buscar un sitio idóneo, lo cual por fin se solucionó gracias al ingenio y habilidad de su arquitecto.[23]​ Tras el arco que da acceso al presbiterio se encuentran dos altares pequeños, obra neoclásica diseñada por Ventura Rodríguez.Más tarde fue restaurada por Luis Daza (muerto en 1504) que fue capellán mayor de Enrique IV y está enterrado junto al muro del Evangelio.El arcosolio está delimitado por dos columnas dobles que sobresalen del friso superior o cornisa adornada con mocárabes.[30]​ Las capillas originales eran pequeñas y estaban dispuestas alternando el tamaño, según era marcado por las bóvedas.[31]​ Se llamaba este espacio capilla del Espíritu Santo y fue fundada por el arzobispo Gonzalo Díaz Palomeque.El cardenal Cisneros la desmontó y la mandó llevar al lugar que ocupa ahora.Tiene en su interior un pequeño retablo de distintos mármoles cuyas figuras se atribuyen a Berruguete.El friso que está debajo del artesonado y recorre las cuatro paredes (llamado también alicer) lleva ornamentación plateresca muy rica.Entre la galería de retratos y el friso del artesonado los muros se muestran con pinturas al fresco.El cardenal Albornoz murió en Viterbo (Italia) en 1364 (o 67) y su cadáver fue trasladado a Toledo tres años después, fecha en que se hizo su sepulcro que se muestra exento en el centro de esta capilla.La capilla está adornada por un retablo pictórico donde figuran el condestable y su mujer, Juana Pimentel.En época presente este mausoleo pertenece a los duques del Infantado que tienen debajo de la capilla su propia cripta funeraria.Sirve como capilla funeraria para el canónigo Juan Ruiz Ribera que mandó restaurarla en 1536.Está situada entre la puerta del Reloj y la de Santa Catalina (que conduce al claustro).Su fundador fue Sancho de Rojas que tiene en este lugar su enterramiento (encargado al arquitecto Alvar Martínez).Se accede por una reja limitada por una portada gótica con arquivoltas decoradas con temas vegetales y heráldicos en que se repite el escudo de los Rojas que lleva 5 estrellas; esta entrada está sobre una pared con pinturas al fresco atribuidas a Pedro Berruguete o a Íñigo Comontes.[54]​ Participaron Juan Bautista Monegro y Jorge Manuel Theotocópuli (hijo del pintor, que fue arquitecto de muchas obras en Toledo).Desde la capilla del Sagrario se accede a esta otra por dos puertas que flanquean el altar.La capilla está rematada por una cúpula con linterna que descansa sobre un tambor, obra de Jorge Manuel Theotocópuli.En los retablos adosados a los muros se guardan los relicarios, algunos muy interesantes desde el punto de vista artístico e histórico.También es parte de la tradición y la leyenda que Recesvinto prestó su cuchillo al santo para realizar esta partición.
Entrada a la capilla Mayor
Retablo de la Catedral de Toledo
Sepulcro del cardenal Mendoza
Cúpula de la capilla mozárabe
Interior de la Catedral de Toledo
En la sala capitular de la Catedral de Toledo se exhibe una serie muy completa de retratos de los arzobispos de Toledo , señores de Alcalá. Los primeros, pintados por Juan de Borgoña desde 1508, son puramente teóricos, excepto aquellos que pudo llegar a conocer (desde el propio Cisneros, que fue quien los encargó). [ 37 ]
Sección del plano de la catedral; girola
Capilla de San Ildefonso con el sepulcro del cardenal Gil Carrillo de Albornoz en el centro
Don Álvaro de Luna , pintura del banco del retablo de su capilla de Santiago, obra del Maestro de los Luna , con la capa de la Orden y cruz de Santiago al pecho. Don Álvaro fue Maestre de la Orden desde 1445 hasta 1453, cuando murió ejecutado
Retrato del cardenal Portocarrero por Giovanni Battista Gaulli (c.1675), promotor de los frescos de Rizi y Carreño en la Capilla del Ochavo