Centro: comandado por Fernando, incluía la guardia real y los hombres de algunos hidalgos, como el mayordomo mayor Enrique Enríquez.
Pero predominaban las milicias populares de las ciudades, como Zamora, Ciudad Rodrigo o Valladolid.
Ala izquierda: era formada por la élite del ejército portugués (caballeros).
Era comandada por el príncipe Juan que tenía como su principal capitán el obispo de Évora.
Debido a la división del liderazgo entre el rey y el príncipe, el ejército portugués luchó dividido en dos partes que no se ayudaron:[n 22] ala izquierda -o batalla del príncipe,[n 23] y centro-derecha o batalla real.
Pero, mientras el Rey de Portugal se dedicaba a reorganizar sus tropas, Fernando envió correos a todas las ciudades de Castilla, y a varios reinos extranjeros, dándoles la noticia de una gran victoria, en la que las tropas portuguesas habían sido aplastadas.
[n 10] Numerosas ciudades y fortalezas fueron cambiando de partido.
Finalmente, el Tratado de Alcazobas ponía fin a una guerra en la que vencieron los castellanos en tierra y los portugueses en el mar:[n 63] Isabel y Fernando eran reconocidos reyes de Castilla, y Portugal lograba el monopolio de la ruta atlántica en la costa africana.
[16][17] A pesar de las cartas de auxilio militar enviadas por Alfonso a los grandes nobles juanistas que habían solicitado su intervención en Castilla, ninguno se mostró disponible (ni siquiera el poderoso marqués de Villena, Diego López Pacheco y Portocarrero).