Pedro Tenorio
Inició su carrera eclesiástica como arcediano en Toro, obteniendo más tarde una canonjía en Zamora que le reportó estabilidad.Aprovechó este tiempo para ampliar su formación, llegando a dar clases de derecho canónico en Roma y consolidando su posición en la Iglesia.Liberado siete meses después, en 1371 fue nombrado obispo y enviado a la diócesis de Coímbra.[2] En las luchas en la corte castellana y en contra del parecer de Enrique II, el Papa Gregorio XI le nombró arzobispo de Toledo,[3] En los primeros años inició una amplia reforma de los tribunales eclesiásticos, hasta que Juan I le integró en el Consejo Real y adquirió gran notoriedad política.En 1393, liberado, retoma su papel protagonista en la Corte, aunque la muerte le sobrevendría seis años después.