Benigno de la Vega-Inclán

[1]​ Un nuevo traslado les lleva a Medina Sidonia, donde nace, en 1820, su hijo Miguel, futuro general y marqués.

En 1853 se casó con Elisa Josefa Gualberta Flaquer Ceriola, hija de un banquero.

En 1882 su padre fue nombrado Capitán General y destinado a Puerto Rico; Benigno viajó con él, como Ayudante de Campo del General, junto a su hermano Jorge, y permaneció dos años en la isla.

Tras el fallecimiento de su padre regresó a la Península para continuar su servicio militar en Madrid.

[13]​ Arturo Avilés y Sanz, residente en Sevilla, había desarrollado aguas azoadas artificiales para fabricar gaseosa.

En 1894 fue con el general Arsenio Martínez Campos a ver al sultán Hasán I en Marrakech para firmar la paz tras la Guerra de Margallo.

El marqués compró un conjunto de propiedades compuesto por un solar en el cual había bóvedas derruidas y una casa construida hacía poco tiempo; a todo ello le añadió una finca anexa.

La Cámara lo aceptó y el marqués llevó a cabo las obras partiendo de un antiguo palacio renacentista como base.

[26]​ Embarcó en Algeciras el 9 de diciembre de 1912 y tras pasar por Nueva York y otras ciudades del este, se dirigió a Los Ángeles; desde allí recorrió las antiguas misiones franciscanas, visitando lugares como San Gabriel, Pasadena, San Diego, Santa Bárbara, Monterrey y San Francisco.

De vuelta en la costa este, pasó por Chicago, Nueva York -donde fue acogido por el multimillonario Morgan y recibió la medalla del Instituto Nacional de Ciencias Sociales en la Sociedad Hispánica de América-, Washington -donde saludó al presidente Taft- y Trenton -donde fue recibido por el futuro presidente Wilson-.

Una parte se destinó a crear los jardines de Murillo del barrio Santa Cruz, construidos por el arquitecto Juan Talavera y Heredia.

Esta puerta procede del Palacio de los Duques de Arcos y Osuna y fue comprada por William Randolph Hearst para su castillo cercano a San Simeón, en California, pero Alfonso XIII ejerció el derecho de tanteo, pagó las 13 000 pesetas que le había costado y la situó en este lugar.

Que aquello era un patio almohade había sido descubierto por Francisco María Tubino en 1885.

[38]​ En 1922 recibiría el mismo encargo, de inspección e información sobre su estado, con respecto al Generalife.

Dejó al descubierto los arcos con los capiteles, una escalera y una lápida de mármol blanco que se había encontrado en la torre.

Esta lápida con inscripción permite fechar en el 1080 la reconstrucción de la parte superior del antiguo alminar, que había sido derribada por un terremoto.

Las obras empezaron en 1914 con la colocación de cañerías en la muralla hasta los pozos negros construidos al efecto.

Joaquín Sorolla se alojó en Pimienta 10, pintando en su terraza algunos estudios y dibujos de su panel dedicado a los nazarenos con destino a la Sociedad Hispánica de América, con sede en Nueva York.

Posteriormente se unieron Amante Laffón y el marqués de Yanduri.

Se construyeron dos pabellones, uno con 40 y otro con 32 viviendas, con un coste de 3 300 pesetas cada una, una cantidad que estaba por debajo del tope establecido por el rey.

En 1912 se encontraba en un estado de abandono y ruina que amenazaba su existencia.

[48]​ La casa fue adquirida por el rey y además la Sociedad Hispánica compró los dos inmuebles contiguos, con vistas a la ampliación de la institución que allí se crearía.

[50]​ Igualmente se iniciaron una serie de publicaciones con El celoso extremeño o Cervantes en Valladolid.

[52]​ Recibida tanto con alabanzas como con críticas, le animó al marqués a seguir con sus planes.

El marqués fijó su atención también en Mérida, donde se restauraba su teatro romano y que ya había merecido el interés de la Comisaría a través de alguna publicación.

[56]​ Durante los últimos años de la Comisaría se llevaron a cabo otras iniciativas.

Siguió con su actividad literaria, como la obra Don Juan de Austria y su tiempo, que nunca llegaría a publicar.

Fruto del interés de la Corte, a principios del siglo XIX se había levantado allí una nueva población, con Ayuntamiento, un edificio para balneario, una ermita y un palacio, bajo la dirección de Antonio López Aguado.

Debido al alzamiento, las comunicaciones con Madrid se cortaron por lo que el marqués quedó allí retenido.

[62]​ Durante el tiempo que estuvo retenido en Granada, vivió a la toma de varias localidades, como Loja, Archidona o Antequera.

Benigno de la Vega-Inclán durante su estancia en Puerto Rico
Retrato de Benigno de la Vega-Inclán, por Joaquín Sorolla
Visita del Primer Ministro francés al Museo del Greco
Exposición londinense de Earl´s Court
Patio del Yeso, en Sevilla
Visita de Benigno de la Vega-Inclán y Vicente Traver a las obras de las Casas Baratas de Sevilla
Sala de familia en 1924. Antiguo montaje del Museo Romántico
Tumba de Benigno de la Vega-Inclán y Flaquer en el cementerio de San Isidro de Madrid