Atlántida (en griego antiguo Ἀτλαντίς νῆσος, Atlantís nēsos, ‘isla de Atlas’) es el nombre de una isla mítica[1] mencionada y descrita en los diálogos Timeo y Critias, textos del filósofo griego Platón.La investigación moderna, no obstante, ha comprobado que no existen las supuestas fuentes egipcias del relato y que la narración presenta anacronismos y datos imposibles, lo cual lleva a descartarla como histórica.[4][5] Las fuentes del relato de la Atlántida son el Timeo y el Critias, diálogos escritos por el filósofo griego Platón.Había toda clase de minerales, destacando el oricalco (cobre de montaña) más valioso que el oro para los atlantes y con usos religiosos (se especula que el relato hace referencia a una aleación natural del cobre).[9] En el Critias, el relato se centra en la historia, geografía, organización y gobierno de la Atlántida, para luego comenzar a narrar cómo fue que los dioses decidieron castigar a los atlantes por su soberbia, momento en el que el relato se interrumpe abruptamente, quedando la historia inconclusa.Según Platón, los egipcios describían la Atlántida como una isla escarpada, a excepción de una gran llanura de forma oblonga, situada en la parte meridional, que se extendía en una dirección tres mil estadios [unos 555 km], pero que en su parte central, hacia el interior, tenía dos mil estadios [unos 370 km].[23] Sin embargo, habitualmente se suele asumir que el castigo fue un gran terremoto y la subsiguiente inundación, que hizo desaparecer la isla en el mar, "en un día y una noche terribles", según señala el diálogo en Timeo.Además menciona extensamente y, sin relacionarlos con ella, a los atlantes, una tribu libia.Es la única opinión erudita sobre la isla, ya que la historia, si bien conocida, no llamó mayormente la atención.Al mismo tiempo, leyendas basadas en supuestas tierras en el Atlántico, como la isla de San Brandán o Hy Brasil, tomaban elementos de la Atlántida y daba origen a la creencia en la Antilia.El escritor mexicano Alfonso Reyes Ochoa afirma que la Atlántida, así resucitada por los humanistas, trabajó por el descubrimiento de América.[38] Durante los siglos XVI y XVII, varias islas (Azores, Canarias, Antillas, etc.) figuraron en los mapas como restos del continente perdido.Tiempo después, en 1883, Ignatius Donnelly, congresista estadounidense, publicaría Atlántida: el mundo antediluviano (Atlantis: The Antediluvian World).El libro de Donnelly tuvo gran acogida de público, en una época en que su hipótesis pareció seductoramente verosímil, hasta el punto que el gobierno británico organizó una expedición a las islas Azores, lugar donde el escritor situaba la Atlántida.Allí aludía al El Libro de Dzyan un supuesto documento tibetano cuyo origen remoto estaría en la Atlántida.Herman Wirth propuso teorías en torno a la Atlántida, continente cuyos habitantes habrían tenido que abandonar.[52] Si bien el propio Marinatos siempre sostuvo que se trataba de una simple especulación, la hipótesis de la Atlántida cretense ha tenido amplia aceptación y captado muchos seguidores, entre los que se cuenta el fallecido oceanógrafo francés Jacques Cousteau.Parece que la población encontró tiempo suficiente para evacuar la isla, llevándose muchos de sus bienes muebles.[54] La explosión fue muy intensa y la emisión de polvo oscureció la atmósfera lo suficiente como para que el hecho fuera observado en China.En Egipto, una inscripción del faraón Ahmosis conocida como la Estela de la Tormenta[55] parece referirse a este hecho; si bien se han propuesto otras interpretaciones.En 2005, Marc-Andre Gutscher, geólogo marino del Instituto Universitario Europeo del Mar, en Plouzané, Francia, publicó un artículo en la revista científica Geology en el que analizaba Espartel, una isla sumergida al oeste del estrecho de Gibraltar, y la posibilidad de que esta fuera destruida por un fuerte terremoto y tsunami posterior hace unos 12 000 años y sus hipotéticas relaciones con la Atlántida descrita por Platón.Los resultados de las pruebas realizadas (georradar, tomografía, sondeos, catas sedimentológicas) entre 2005 y 2010 indicaron que bajo Doñana "hasta 12 metros de profundidad no hay absolutamente nada", tal y como explica en una entrevista Sebastián Celestino Pérez, investigador del CSIC.Además Allen mantiene que el cerro volcánico en Pampa Aullagas rodeado con anillos concéntricos corresponde a la isla capital de la Atlántida con sus anillos concéntricos[65] y dice que la leyenda griega tuvo su origen en una supuesta leyenda boliviana, “La Leyenda del Desaguadero”, que habla de una ciudad castigada por los dioses y sumergida bajo un lago.[68] En febrero de 2009, el periódico The Telegraph, del Reino Unido, publicó un artículo insinuando que usando Google Ocean (una extensión de Google Earth) se podía ver un misterioso rectángulo bajo el mar en el océano Atlántico[69] en las coordenadas 35°15′15″N 24°15′30.53″O / 35.25417, -24.2584806.[72] Se convocaría un segundo encuentro en Atenas en noviembre de 2008[73] y un tercero en Santorini en el año 2010.En 1877, el poeta catalán Jacinto Verdaguer publica L'Atlàntida, poema que relata la historia de la isla narrada por un ermitaño a Cristóbal Colón, quien se inspira en ella para viajar en busca del Nuevo Mundo.
Mapa de
Athanasius Kircher
que muestra un supuesto enclave de la Atlántida. (
Mundus Subterraneus
, 1669). Mapa orientado con el sur arriba.