Alfred Rosenberg

[1]​ Está considerado uno de los autores principales claves en propagar los conceptos ideológicos nazis, específicamente su filosofía racista supremacista, el antisemitismo militante, la idea del Lebensraum, la derogación del Tratado de Versalles y la oposición al arte moderno, llamado «degenerado».

Comenzó en años posteriores a interesarse por el ocultismo, doctrina de la cual ya no se separaría jamás.

[15]​ También en 1930 publicó su libro sobre teoría racial, El mito del siglo XX (Der Mythus des 20.

Rosenberg había pretendido que su libro fuera una secuela de la obra de Houston Stewart Chamberlain, exaltando a los alemanes étnicos como una "raza superior" entre los arios, y por extensión, superior en todo el mundo.

A menudo, se afirma que se trataba de un libro oficialmente venerado en el nazismo, pero que muy pocos lo leyeron en realidad más allá del primer capítulo o incluso muchos militantes nazis lo encontraron incomprensible.

[16]​ Hitler lo calificó como «cosas [que] nadie puede entender»[17]​ y desaprobó su tono pseudo-religioso[10]​ mientras que otros líderes nazis como Göring, Himmler, o Goebbels, no ocultaban comentarios despectivos o burlones hacia el texto de Rosenberg.

El mismo Hitler declaró que El mito del siglo XX era un texto que "no contenía la ideología oficial del nazismo" y no dio indicios de haberlo leído en su totalidad.

[4]​ Quisling era un exoficial del ejército noruego que también sostenía ideas de la "superioridad racial aria" y ansiaba apoyo nazi para un proyecto político similar en su patria.

Pese a esto, Rosenberg no abandonó sus convicciones anticristianas y las promovió siempre que fuera posible, poniendo especial énfasis en denunciar las "malévolas raíces judaicas y cosmopolitas" de la fe cristiana, atacando al catolicismo como "bastión judaizante" y censurando al protestantismo por no haber creado una "fe nacional alemana" en la época de la Reforma protestante.

Tal política "pro-eslava" fue duramente criticada por Himmler y sus subordinados como Erich Koch, que insistían en tratar a todos los eslavos como Untermenschen o "subhumanos", sin distinciones.

Más tarde, fue juzgado en Núremberg por haber promovido las operaciones de exterminio contra los judíos y eslavos en Europa Oriental, ante lo cual Rosenberg trató primero describir su interés por filosofías racistas y luego justificar (con bastante elocuencia) su filosofía racista y luego negó conocer los planes hitlerianos para el Solución final (pese a que sus asistentes directos acudieron a la Conferencia de Wannsee en 1942).

Su hija se ha negado a todo contacto con cualquier persona que busque información sobre su padre.

[26]​ Henry Mayer, el archivero principal del museo e hijo de un sobreviviente del Holocausto, pudo acceder al material y aunque "no se le dio suficiente tiempo para leer [la] entrada del diario de principio a fin," él "pudo ver que Rosenberg se centró en ciertos temas, incluida la brutalidad contra los judíos y otros grupos étnicos y obligar a la población civil de la Rusia ocupada a servir a Alemania.

"[26]​ Meyer también notó los "comentarios hostiles de Rosenberg sobre los líderes nazis", que describió como "sin barniz".

A partir de 1942 la oficina del ministro de los Territorios Ocupados del Este, Alfred Rosenberg
Rosenberg luego de ser colgado.