[1] La obra, prologada por Gonzalo Torrente Ballester, tuvo un amplio éxito comercial[2] pero también objeto de controversia.
A lo largo del libro, desde las cuevas prehistóricas a la actualidad, Dragó analiza una serie de temas que considera mitos fundadores, tales como el que da título a la obra, la Atlántida, Tartessos, la Hispania prerromana, los celtas, Hércules, Cristo, Prisciliano, el Camino de Santiago, Galicia, el Santo Grial, el Temple, la alquimia, el solsticio, la trashumancia, la tauromaquia o la historia judía y musulmana en el Medievo español, poniéndolos en relación con una visión acerca del ‘ser de España’.
[6] A pesar de su clasificación como obra artistica, el libro cuenta con una muy nutrida bibliografía.
[7] Leopoldo Azancot desde El País vertió una dura y fundada crítica al libro, de "escritura barroca, nada clara".
Recriminó también a Dragó "antijudaísmo", falta de rigor histórico y frivolizar con la Reconquista.