También se entiende como «teatro» el género literario que comprende las obras de teatro representadas ante un público o para ser grabadas y reproducidas en el cine, así como a la edificación donde se presentan tradicionalmente dichas obras o grabaciones.
Este carácter de manifestación sagrada resulta un factor común a la aparición del teatro en todas las civilizaciones.
Más tarde comenzaron las primeras representaciones ya propiamente dramáticas, ejecutadas en las plazas de los pueblos por compañías que incluían solo un actor y un coro.
El teatro griego surge tras la evolución de las artes y ceremonias griegas como la fiesta de la vendimia (ofrecida a Dionisios) donde los jóvenes iban danzando y cantando hacia el templo del dios, a ofrecerle las mejores vidas.
Tras la orquestra se levantaba una edificación llamada skené, escena, destinada a que los actores cambiaran su vestimenta.
A diferencia de sus modelos helénicos, levantaban sobre el suelo plano y poseían varias plantas erigidas en mampostería.
Roma optó también por la comedia, ya que estos tomaron el teatro como una manera de divertirse o entretenerse.
En las culturas americanas prehispánicas el teatro llegó a adquirir un notable desarrollo, particularmente entre los mayas.
Una de las obras más representativas del teatro maya es el drama quiché Rabinal Achí.
[3] Tras siglos de misterioso olvido, la recuperación del teatro en Occidente tuvo principal apoyo en el clero, que lo empleó con fines religiosos.
Carentes de techo y construidos de madera, su rasgo más característico era el escenario elevado rectangular, en torno al cual el público rodeaba a los actores por tres lados, mientras las galerías se reservaban para la nobleza.
En España, y en la misma época que el teatro Isabelino en Inglaterra (siglos XVI y XVII), se crean instalaciones fijas para el teatro al aire libre denominadas Corrales de Comedias, con las que guardan similitudes constructivas.
A diferencia del caso inglés, en España sí han pervivido algunos ejemplos de estas edificaciones.
Durante la mayor parte del siglo XIX las ideas arquitectónicas y escenográficas se mantuvieron en esencia inalterables, si bien las exigencias de libertad creativa iniciadas por los autores románticos condujeron a fines de la centuria a un replanteamiento general del arte dramático en sus diversos aspectos.
El teatro africano, entre tradición e historia, se está encauzando actualmente por nuevas vías.
La fuerza y las posibilidades de supervivencia del teatro negro residirán, por lo tanto, en su capacidad para conservar su especificidad.
[4] El término proviene de una palabra griega que significa "acción", la cual deriva del verbo δράω, dráō, "hacer" o "actuar".
El teatro como se ha podido observar, constituye un todo orgánico del que sus diferentes elementos forman una parte indisoluble.
Dado que, de forma más matizada, esta orientación predomina también en las culturas orientales, cabe cuando menos admitir como justificada tal primacía.
Sin embargo, actualmente, a inicios del siglo XXI, la actuación teatral con tendencia naturalista está siendo replanteada seriamente.
Actualmente ha habido grandes transformaciones del trabajo de Stanislavski siendo las más importantes Antonin Artaud, Jerzy Grotowsky Étienne Decroux y Eugenio Barba.
Estas técnicas, llamadas actualmente extra cotidianas implican una compleja síntesis de los signos escénicos.
Antes de que el teatro existiera como lo conocemos, las representaciones se realizaban con un sentido ritual y en ellas ya se utilizaban los decorados para dar más realce, misterio, ambientación, así como imagen escénica y espectacularidad a los actos rituales.
Las candilejas, que en principio eran un elemento accesorio, ahora se consideran poéticamente un símbolo del arte teatral.
En la disposición tradicional a la italiana, en los teatros más antiguos, la sala frente al escenario suele tener una forma de herradura.
Sobre el patio de butacas pueden existir una o dos amplías plantas voladas y retranqueadas.
Sófocles