Se le considera como el primer director de escena moderno.
El Théâtre-Libre en principio ocupó una modesta sala del Eliseo de Montmatre con capacidad para unos trescientos espectadores, más tarde se trasladó a otra sala con una capacidad de 800 espectadores en el Barrio Latino y, finalmente, en 1897, con el nombre de Théâtre Antoine, se instaló en el Téâtre Menus-Plaisirs, en el centro de París.
También representó obras de autores reconocidos ya en su tiempo (Tolstói, Hauptmann, Ibsen, Strindberg, Becque, Zola,…) y obras que no pudieron representarse con anterioridad al haber sido censuradas (La señorita Julia de Strindberg, entre otras).
Igualmente, modificó los hábitos en escenografía sustituyendo los bastidores de tela pintada por mobiliario; puertas y ventanas dejaron de ser elementos simulados y se convirtieron en auténticas puertas y ventanas practicables.
El también director y teórico de teatro Gaston Baty expresaría en estos términos la labor de Antoine: Entre 1906 y 1914 es director del Odéon en París.