[7][b][8] Su primera creación literaria fue una novela, Trasuntos (1893),[9] bien acogida por Joan Maragall, que destacó su vertiente filosófica, pero sin embargo Grau orientó su creatividad hacia la dramaturgia.
Se reestrenó al parecer en el mencionado «L'Atelier» de París en 1930.
[11][d] Algunos críticos le valoran su trabajo como renovador de algunos aspectos del teatro épico y la farsa, los temas bíblicos o del Romancero y el teatro clásico español.
[3] A finales de los años 1920, volvió Grau al tema de don Juan con El burlador que no se burla (1927), enésima recreación del mito.
[g] Otras obras suyas destacadas por la crítica,[3] son: Las gafas de don Telesforo (1954), Bibí Carabé (1959) y En el infierno se están mudando (1958).