Basílica

), y viene a ser una elipsis de la expresión completa βασιλική οἰκία (basiliké oikía) que quiere decir «casa real».Más adelante, los cristianos aprovecharon la forma basilical y, en muchos casos, los propios edificios romanos para utilizarlos como recinto religioso oficial para la celebración de la liturgia.En este sentido se utiliza hoy la denominación, tanto desde el punto de vista arquitectónico como religioso.En cuanto a su concepción arquitectónica, se trataba de una gran sala rectangular compuesta por una o más naves (siempre en número impar), en este segundo caso, la central era más ancha y alta y estaba soportada por columnas.La iluminación de las basílicas se obtiene por ventanas abiertas en la parte superior (claristorio) de la nave central más elevada que las laterales y por otras ventanas que se sitúan en el ábside y en el frontis del edificio.A la derecha, para los hombres, se llamaba andron y cada grupo entraba en la basílica por su puerta correspondiente.Con independencia de su trazado arquitectónico, una iglesia puede titularse «Basílica» por prerrogativa del romano pontífice.Así, en sentido litúrgico, son basílicas todas aquellas iglesias que, por su importancia, por sus circunstancias históricas, o por aspectos de cierto relieve, obtengan ese privilegio papal.También existen basílicas que se consideran tales por «concesión inmemorial»,[3]​ es decir, que no necesariamente han sido declaradas con esta dignidad por el papa, pero que sin embargo, la Santa Sede las reconoce como basílicas, generalmente por ser templos relacionados con lugares en donde tuvieron lugar los hechos de la Pasión de Cristo, y por ser o estar construidas sobre basílicas paleocristianas en donde han sido enterrados mártires.[4]​ Para que un templo pueda alcanzar el título basilical, debe reunir tres requisitos: También se asocian al templo ciertos deberes, entre ellos: En el lenguaje eclesiástico se ha introducido la distinción entre basílicas mayores y basílicas menores.Los papas, además, han concedido ese título de «basílica menor», con los mismos privilegios que las iglesias romanas, a otros templos del mundo católico, mediante breve pontificio o rescripto.Todas las catedrales poseen implícito el título de basílica menor, aunque hay algunas catedrales que han solicitado el título de «basílica menor» por separado: a éstas se las conoce comúnmente como «catedral-basílica».
Restos de una antigua basílica romana en Leptis Magna ( Libia )
Estructura de una basílica del estilo gótico (si los tejados tienen poca inclinación, el triforio puede faltar o puede estar una galería con ventanas propias).
Procesión de la Preciosísima Sangre de Jesucristo en Brujas , en el centro el conopeo (del latín, conopeum ) y a la izquierda de la imagen el tintinábulo .
Forma del escudo de una basílica.