Es la figura clave del manierismo del norte de Europa, entendiendo por ese término geográfico no los países nórdicos, sino la Europa central y occidental situada al norte de los Alpes, es decir, más allá de Italia: el Sacro Imperio Germánico (con importantes centros artísticos en las ciudades renanas, en Viena y en Praga) y sobre todo el conjunto de territorios conocidos genéricamente como Países Bajos o Flandes, cuyas ciudades artesanales y mercantiles protagonizaron el desarrollo de la pintura flamenca, y que desde 1568 se encontraba dividido por la guerra de los ochenta años entre el sur católico (actual Bélgica, bajo la Monarquía Hispánica) y el norte protestante (independizado como Provincias Unidas u Holanda).La escuela que Van Mander fundó basada en su obra, continuó funcionando en Haarlem durante los siglos siguientes.Van Mander influyó grandemente en la historiografía del arte durante los siglos XVII y XVIII.Los siguientes cinco años se dedicó a escribir obras de teatro religioso para las que también pintó la escenografía.Pasó tres años en Roma (1574-1577), donde se dice que fue el primero en descubrir las catacumbas.Tuvo una influencia importante en el arte holandés desde que en 1585 mostró a su amigo Hendrick Goltzius los dibujos que había realizado con Bartholomeus Spranger (por aquel entonces el artista más destacado del denominado manierismo del Norte, establecido en la corte de artistas de Rodolfo II en Praga).Su propósito era educar jóvenes pintores en las técnicas artísticas adecuadas; era un firme creyente en la jerarquía de géneros.Creía firmemente que sólo el estudio adecuado de las obras podía conseguir alegorías históricas verosímiles.En sus propias obras incluyó temas mitológicos manieristas, pero también retratos y pintura de género influenciada por Pieter Bruegel el Viejo, anticipando la pintura del siglo XVII, como la Kermis del Hermitage.Una segunda edición fue publicada póstumamente en 1618 por Jacob Pietersz Wachter en Ámsterdam y contenía una biografía anónima de Karel van Mander.