Inicialmente pintó cuadros de gran formato, trabajando al estilo italianizante, con figuras humanas en poses retorcidas, escorzos, y anatomías hipertrofiadas.
En general destaca su preferencia por el desnudo y los temas que permiten un tratamiento sensual.
Más tarde se convirtió en pintor de la ciudad y recibió numerosos otros encargos oficiales.
Junto con Carel van Mander, Hendrick Goltzius y otros artistas, formó la Academia de Haarlem.
Probablemente se trataba de un pequeño club donde dibujaban modelos desnudos e intercambiaban opiniones artísticas.