Pintó temas históricos y mitológicos del tamaño de un caballete, pero tuvo más éxito en los paisajes, en temas a la luz de las velas, y a la luz de la luna.
Estuvo primero en Sicilia y después en Terni, donde pintó frescos junto a un pintor de nombre Stello.
Se inscribe en la Academia de Florencia en 1568, aunque hacia 1570 debe volver a Amberes.
Pocos años más tarde se traslada a Ámsterdam, ciudad holandesa que se había convertido en la capital de los Países Bajos del norte en la revolución contra Felipe II, y obtiene allí la ciudadanía en 1589.
El corpus de sus obras autentificadas es particularmente reducido, dado que se sabe que él mismo hacía pasar por suyas obras de sus discípulos a las que sólo había dado algunas pinceladas.