Entrada real
Las entradas reales (joyeuses entrées) organizadas para Francisco I de Francia (Lyons, en 1515) o Marsella, 1516) o más tarde para su hijo Enrique II de Francia (también en Lyons, en 1548) fueron especialmente espectaculares, pero no por ello las más elaboradas.[8] Por otra parte, la Crónica del rey don Fernando el quarto narra que la ciudad de Segovia negó la entrada real a Fernando IV, recién entronado, y su madre, María de Molina.[4] En septiembre de 1479, tras sucederle a su padre, Juan II, fallecido en Barcelona, Fernando II hace su entrada real en la ciudad, donde permanecerá dos meses para introducir reformas.[11] Los arcos triunfales para la entrada de María Luisa en 1680 fueron encargados a Claudio Coello y José Jiménez Donoso.[3] Es a partir de mediados del siglo XV que se convierte en un espectáculo.