En 1958, abandonó su retiro de la política tras haber sido nombrado primer ministro por el presidente René Coty.Su principal obra como presidente del gobierno fue la promulgación de una nueva constitución, la cual dio paso a la Quinta República una vez que esta se aprobó mediante un referéndum.Fue nombrado oficial durante la Primera Guerra Mundial, habiendo salido herido varias veces y luego hecho prisionero en Verdún.[1] En 1921 se casó con Yvonne Vendroux, con quien tuvo tres hijos: Philippe (1921-2024), Élisabeth (1924-2013) y Anne, que tenía síndrome de Down (1928-1948).Logró mantener a Francia unida mientras daba los pasos para terminar la guerra, pese a la molestia de los Pieds-Noirs (franceses étnicos nacidos en Argelia) y de los militares; ambos anteriormente habían apoyado su regreso al poder para mantener el dominio colonial.En sus últimos años, su apoyo al lema Vive le Québec libre y sus dos vetos a la entrada del Reino Unido en la Comunidad Económica Europea generaron una considerable controversia.No obstante, logró librarse de dicha crisis y el mismo año consiguió ganar las elecciones legislativas con una considerable mayoría en la Asamblea Nacional.Muchos partidos y figuras políticas francesas reclaman un legado denominado gaullista, siendo muchas las calles y monumentos en Francia las que están dedicadas a su memoria, incluyendo al único portaaviones nuclear de Europa, el Charles de Gaulle (R91).Durante su adolescencia temprana comenzó a escribir poesía, y más tarde su familia pagó una composición, un juego de un acto en verso sobre un viajero, para ser publicado en privado.Igualmente desagradables para los De Gaulle fueron la Entente Cordiale con Gran Bretaña, la primera crisis marroquí y, sobre todo, el caso Dreyfus.Más tarde escribió en sus memorias: «Mi primer coronel, Pétain, me enseñó el arte del mando».Sin embargo, el comandante del Quinto Ejército Francés, el general Charles Lanrezac, permaneció anclado a las tácticas de batalla del siglo XIX, arrojando sus unidades a cargas de bayoneta sin sentido con cornetas y colores completos volando contra la artillería alemana, por lo cual incurrieron en grandes pérdidas.[17] En el hospital habría mostrado su irritación con base en las tácticas utilizadas, por lo que habló acerca de ellas con otros oficiales, criticando los métodos obsoletos del Ejército francés.La herida lo incapacitó durante cuatro meses y como secuela dejó el que se viese obligado a usar su anillo de bodas en la mano derecha.[21] Su estancia allí fue relativamente cómoda, aunque en una carta escrita para su madre, definió este encierro como «un lamentable exilio».[22] En este período entabló amistad con otro prisionero, Mijaíl Tujachevsky, quien se convertiría en uno de los más importantes generales soviéticos.Pero, sobre todo, intentó la evasión cinco veces, sin éxito, ya que su gran estatura le hacía demasiado visible.Para esa fecha ya era un orador prominente, aptitud que había adquirido durante sus años de prisionero en Ingolstadt.En aquella obra registró principalmente material histórico, pero Pétain quería agregar un capítulo final donde ilustrase sus propios pensamientos.Muchos de los oficiales en la audiencia eran sus mayores, quienes le habían enseñado y evaluado solo unos años antes.Un observador escribió sobre De Gaulle que, aunque alentaba a los oficiales jóvenes, «su ego brillaba desde lejos».Después de una investigación, fue elogiado en las esferas del debate parlamentario como un comandante moral y excepcionalmente capaz.[31] En 1929, Pétain no utilizó el borrador del texto hecho por De Gaulle para elogiar al mariscal Ferdinand Foch, quien había muerto ese año.Intercedió con su patrón político, Reynaud, quien terminó mostrándola su historial al ministro de Guerra, el radical-socialista Edouard Daladier.[54] A invitación de la editorial Plon, produjo otro libro, La France et son Armée (Francia y su Ejército) en 1938.Daladier, primer ministro en ese momento, no leyó dicho artículo dado que supuestamente estaba demasiado ocupado para hacerlo.El general Georges le comentó a de Gaulle que era su oportunidad para implementar las ideas.No obstante, fue uno de los pocos éxitos que disfrutaron los franceses mientras sufrían derrotas en otras partes del país.Significó un giro radical en la política exterior francesa, que abandona veleidades coloniales pretéritas y centra sus miras en la construcción europea.En 1969, de Gaulle convoca un referéndum sobre las regiones en Francia para lograr mayor legitimidad, pero pierde.