Batalla de Wagram

La batalla por el pueblo de Aderklaa fue particularmente muy desgraciada y sangrienta, fundamentalmente para las tropas sajonas del IX Cuerpo de Ejército francés, comandados por el mariscal Bernadotte, ya que al usar uniformes blancos, igual que los oponentes austriacos, fueron confundidos con estos últimos y atacados por los mismos aliados franceses, lo que causó una desbandada masiva de tropas.

Mientras esto sucedía, más austriacos ponían en serio peligro los vitales puentes hacia Lobau.

Por fortuna para el ejército francés, los refuerzos del mariscal Masséna y la artillería apostada en grandes baterías dentro de la isla de Lobau detuvieron el avance austriaco, y finalmente la batalla dio un vuelco cuando las fuerzas del mariscal Davout golpearon sobre el flanco izquierdo austriaco.

El ataque decisivo, liderado por el general Macdonald, se desencadenó entonces contra el centro del ejército austriaco, al sur de Aderklaa, con sus tropas formando un pintoresco "gran cuadro" y tras un feroz combate, rompió las extenuadas líneas del Archiduque Carlos, dividiendo a su ejército.

Un año después se celebró el matrimonio entre la hija del emperador austriaco, María Luisa, y Napoleón I.

Es importante destacar que, entre los más asombrados por el despliegue organizacional y la bravura en la pelea demostrada por el ejército austriaco, figuró el mismo Napoleón quien, ante los comentarios peyorativos de sus oficiales respecto del ejército austriaco, replicaba en defensa de este: «¡Señor, cuánto se nota que no estuvo usted en Wagram!».