Juana de Arco

Otras victorias rápidas permitieron que Carlos VII fuera coronado rey de Francia en Reims.

Este evento tan esperado elevó la moral francesa y allanó el camino para su victoria final.

[7]​ En 1456 un tribunal inquisitorial autorizado por el papa Calixto III examinó su juicio, anuló los cargos en su contra, la declaró inocente y la nombró mártir.

[25]​ Casi todo el norte de Francia y algunas partes del suroeste estaban bajo control anglo-borgoñón.

[26]​ Desde 1428 Orleans estaba siendo asediada por los ingleses, una de las pocas ciudades aún leales a Carlos VII y un objetivo importante, ya que ocupaba una posición estratégica a orillas del río Loira y era el último obstáculo notable para dominar el resto de Francia.

[32]​[33]​ La transliteración era fonética y los registros originales presentan su apellido en al menos nueve formas diferentes, como Dars, Day, Darx, Dare, Tarc, Tart o Dart.

[56]​ Según Jean de Metz, ella le dijo «debo estar al lado del Rey... no habrá ayuda para el Reino salvo la mía.

Juana pidió permiso para acompañar al ejército y vestir una armadura protectora, que le fue proporcionada por la corte real.

[101]​ Puesto que Orleans no estaba completamente aislada, Dunois fue capaz de hacerla entrar en la ciudad, donde fue recibida con gran entusiasmo.

[102]​ Juana fue tratada al principio meramente como una figura para subir la moral,[103]​ alzando su estandarte en el campo de batalla.

[108]​ Sin embargo, Juana se ganó rápidamente la fe de las tropas Armagnac, quienes creían que les podía llevar a la victoria.

Si bien los comandantes armagnac querían detenerse, Juana los exhortó a lanzar un ataque contra una fortaleza inglesa construida alrededor de un monasterio y llamada les Augustins,[121]​ que fue conquistada exitosamente.

Los ingleses se retiraron de Orleans al día siguiente, con lo cual acababa un asedio que había durado casi siete meses.

Juana insistió en que las tropas armagnac debían avanzar sin demora hacia Reims para coronar al Delfín.

La vanguardia francesa atacó a una unidad de arqueros ingleses que habían sido destacados para bloquear el camino.

Los arqueros salieron derrotados y esto diezmó al cuerpo principal del ejército inglés, cuyos comandantes resultaron muertos o capturados en su mayoría.

Fastolf logró escapar con algunos soldados, pero se convirtió en el chivo expiatorio de la humillante derrota inglesa.

La carta de Juana prometía «eliminar su locura y superstición sucia, arrebatándoles su herejía o sus vidas».

[216]​ En cambio, estaba encarcelada por los ingleses y custodiada por soldados ordinarios al servicio del duque de Bedford.

[231]​ Otros clérigos participantes en el juicio también recibieron amenazas para que no rehusaran cooperar, como le sucedió al fraile dominico Isambart de la Pierre.

[238]​ Varios miembros del tribunal declararon más tarde que algunas partes importantes de la trascripción fueron falsificadas para perjudicar a Juana.

Según las pautas inquisitoriales, ella debería haber sido confinada en una prisión eclesiástica bajo la supervisión de guardias femeninas, es decir, monjas.

[253]​ Sin embargo, se la mantuvo bajo custodia inglesa en lugar de trasladarla a una prisión eclesiástica.

[272]​ En este momento, debió haber sido entregada a la autoridad competente, el alguacil de Ruán, para que la condenara secularmente, pero no fue así.

Atada al alto pilar en el Vieux-Marché, pidió a los frailes Martin Ladvenu e Isambart de la Pierre que sostuvieran un crucifijo ante ella.

Un soldado inglés fabricó una pequeña cruz que ella besó y colocó en su vestido junto a su pecho.

[276]​ El verdugo Geoffroy Thérage diría después que «temía ser maldecido porque había quemado a una mujer santa».

[309]​ Juana de Arco se convirtió en una figura semi legendaria durante los cuatro siglos posteriores a su muerte.

[317]​ Juana de Arco se ganó el favor en la corte del rey Carlos VII, quien la aceptó como persona perfectamente cuerda.

[320]​ Sus respuestas sutiles durante el interrogatorio incluso obligaron al tribunal a dejar de celebrar sesiones públicas.

1415–1429
Controlado por Enrique VI de Inglaterra Controlado por Felipe III de Borgoña Controlado por Carlos VII de Francia
Principales batallas Batalla de Azincourt , 1415 Fortaleza real de Chinon , 1429 Marcha a Reims , 1429
La casa natal de Juana en Domrémy es ahora un museo.
Representación del sitio de Orleans en 1429 en Las vigilias de Carlos VII , por Marcial de Auvernia (siglo XV ).
Dibujo de Juana de Arco por Clément de Fauquembergue. Se trata de un garabato en el margen de un protocolo del Parlamento de París , fechado el 10 de mayo de 1429. Esta es la única representación coetánea de Juana de la que se tiene constancia.
Joan of Arc on horseback with armor and holding banner being greeted by the people of Orléans.
Juana de Arco entra en Orleans , por Jean-Jacques Scherrer (1887, Museo de Bellas Artes de Orleans)
Juana a caballo según una ilustración de Les vies des femmes célèbres de Antoine Dufour (1504).
Miniatura de las Vigilias del rey Carlos VII . Los ciudadanos de Troyes entregan las llaves de la ciudad a Juana y al Delfín.
Captura de Juana de Arco, por Adolphe Alexandre (1847).
Juana capturada por los borgoñones en Compiègne . Mural del Panteón de París , por Jules Eugène Lenepveu .
Torre del castillo de Ruan, un resto de la fortaleza en que estuvo encarcelada Juana durante el juicio. Hoy es conocido como «Torre de Juana de Arco».
Juana de Arco interrogada en su celda por el cardenal de Winchester , óleo de Paul Delaroche , 1824. Museo de Bellas Artes de Ruan .
Juana de Arco en la hoguera, manuscrito iluminado de Las vigilias de Carlos VII , por Marcial de Auvernia (siglo XV ).
Joan tied to a wooden post at her execution as onlookers watch.
La muerte de Juana de Arco en la hoguera , de Hermann Stilke (1843)
El papa español Calixto III ordenó el nuevo juicio de Juana de Arco en 1455 tras una petición de su familia.
Grabado en color de Juana de Arco, por Albert Lynch (1903).
Estatua ecuestre de Juana de Arco elaborada en bronce sobredorado y ubicada en la Plaza de las Pirámides de París, obra del escultor Emmanuel Frémiet (1874).
Juana de Arco , por Eugène Thirion (1876).