[1] El lugar donde se alza la fortaleza fue ocupado hace ya unos tres mil años según lo revelado por excavaciones arqueológicas recientes.
[5] Los arqueólogos han encontrado la zanja cuadrada del recinto donde se alzaba muralla; en el interior se encontraban casas particulares, edificios agrícolas, almacenes y un espacio político y cultural.
A finales del Imperio romano, el promontorio fue fortificado y se convirtió en un castrum[6] mencionado por el historiador Gregorio de Tours.
De esta época han sido encontrados enterrados edificios y grandes silos u hoyos excavados en el suelo, enlucidos con arcilla donde se almacenaba grano.
Este conjunto es distinto del resto de construcciones situadas más al oeste: alberga instalaciones destinadas a la economía y talleres artesanales necesarios para el funcionamiento del castillo.
Para aumentar la superficie se construyó diversos habitáculos y un convento, entre otros.
Alrededor del año 1370, el duque Luis I de Anjou comenzó a reconstruir las estancias.
El auditorio fue reformado en gran salón del castillo, más conocido como "Salle de la Reconnaissance".
[8] Fundados como orden militar cristiana en Tierra santa a finales de la Primera cruzada, en el siglo XII, a finales del siglo XIII la Orden del Temple había ganado grandes extensiones de tierras y beneficios en Europa, especialmente en Francia.