La dinastía carolingia o carlovingia se refiere al linaje de reyes y emperadores francos que gobernaron Europa Occidental entre los siglos VIII y X.
El primero, años más tarde, expandiría su poder por gran parte de Europa Occidental y sería coronado emperador por el papa en la Navidad del año 800 en Roma.
Este imperio se disgregó pocas décadas después tras la muerte del hijo de Carlomagno, Luis I el Piadoso o Ludovico Pío, cuando los tres hijos de este (Carlos, Lotario y Luis) se repartieron el imperio mediante el Tratado de Verdún (843).
La parte media, tras ser disgregada, se incorporó a la zona oriental.
Durante años, la Dinastía Carolingia desarrolló un arte propio de gran influencia en Europa, pues el Imperio Carolingio fue centro de la política europea durante décadas.