Emilio Portes Gil

Sus progenitores fueron Domingo Portes y la señora Adelaida Gil, nacida en la ciudad de La Vega (República Dominicana).

Los principales aspectos de su política, eran similares a la de sus antecesores: la reconstrucción económica, encaminada a modernizar el país, y convertirlo en una nación capitalista, establecer definitivamente la hegemonía del Estado sobre toda la sociedad para administrar los beneficios económicos, pretendía hacer efectivos los postulados de la constitución y el pacto social contenido en los artículos 27 y 123.

[8]​ El Comité Organizador que realizaría las tareas antes mencionadas estaba constituido por: Plutarco Elías Calles, Aarón Sáenz, y Luis L. León, entre otros, las funciones como organizadores estaban estipuladas en el manifiesto del 12 de diciembre.

[9]​ Algunos acusaban a Calles de ser el responsable de la insolencia moronista, ya que sin su apoyo el líder obrero no habría atacado tan abiertamente a Portes Gil.

Dado que Calles estaba formalmente retirado de la vida pública, Portes Gil lo invita a formar parte de su gabinete como Secretario de Guerra, y en esta rebelión el ejército comandado por él, logró la victoria y con esto corroboró su supremacía.

La Santa Sede y los clérigos del país finalmente comprendieron que con la lucha armada no se llegaría a ninguna solución por lo que hubo un cambio de actitud y retiraron su apoyo a los cristeros abriéndose las posibilidades para llegar a un acuerdo con el gobierno.

Sin embargo ambas partes comenzaron el camino de la reconciliación; el gobierno exigía la aplicación absoluta de las leyes anticlericales, permitiendo como una concesión muy especial, que la Iglesia continuará ejerciendo su derecho espiritual sobre la población, siempre y cuando se alejara definitivamente de los asuntos políticos.

Pasado el periodo estipulado las elecciones volvieron a causar efervescencia.

Ortiz Rubio mantuvo conversaciones con Calles para discutir los nombres de los miembros del próximo gabinete presidencial, en el cual debían figurar hombres allegados al Jefe Máximo.

Con esto se manifestaba una vez más la indiscutible fuerza política de Calles.

Una vez terminada su administración, Portes Gil tendría diversos cargos en el gobierno y en la iniciativa privada.

Retrato de Emilio Portes Gil, 1929.