Esta atmósfera amenazante pesaba sobre la opinión pública estadounidense, que deseaba una política enérgica y ofensiva contra el bloque soviético.Los métodos eran inconcebibles para una supuesta democracia que estaba asentada, pues se vulneraban principios constitucionales básicos como las enmiendas Primera (libertad de expresión) y Quinta (derecho a no testificar en contra de uno mismo) del país.Uno de los episodios más célebres del periodo fue el proceso seguido a los esposos Ethel y Julius Rosenberg.Uno de los blancos de la inquisición política fue el mundo del cine porque, entre otras razones, los interrogatorios a directores y actores famosos proporcionaron a los miembros del Comité una extraordinaria publicidad.[cita requerida] La figura legendaria de Edward R. Murrow tuvo gran influencia en el periodismo televisivo a raíz de sus enfrentamientos contra el senador McCarthy, con su pasión por la verdad y sus incansables esfuerzos por hacer avanzar los ideales democráticos.Hubo, sin embargo, una cierta resistencia, que se plasmó en la actividad de numerosas personas, incluyendo relevantes personajes del cine.En esa circunstancia defendieron la libertad figuras famosas, como Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Gregory Peck, Katharine Hepburn, Kirk Douglas, Burt Lancaster, Gene Kelly, John Huston, Orson Welles, Thomas Mann y Frank Sinatra o periodistas como Edward R. Murrow (cuya historia es descrita en la película Buenas noches, y buena suerte), que afirmaban que lo que en teoría era una actividad para proteger al estado no era sino una sistemática destrucción de los derechos civiles.Las persecuciones también se realizaron a escritores famosos comunistas, procomunistas, anticomunistas y excomunistas.Las técnicas de McCarthy se basaban en gran medida en lanzar incriminaciones falsas sobre los acusados (que nunca eran comprobadas), o incluir a determinadas asociaciones en su lista de organizaciones pro-comunistas (sin tener nada que ver).En la segunda mitad de los años 50 el macartismo comenzó a declinar en los Estados Unidos.La opinión pública y una serie de decisiones judiciales incidieron en el fin del macartismo.[20] Incluso antes de la sentencia en el caso Faulk, ya en Hollywood se había comenzado a desobedecer las listas negras.[7][21][25] Una investigación del canal público canadiense CBC destapó otra «caza de brujas» en Canadá entre 1950 y 1980.Una vez que fuesen arrestados, las autoridades daban carta blanca para disparar a los prisioneros si intentaban escaparse.Según Burnham, durante la llamada caza de brujas no hubo «ni un solo muerto, herido o torturado, ningún ciudadano arrestado arbitrariamente, encarcelado sin juicio, desahuciado, deportado, exiliado o privado de sus derechos procesales» (siempre según Burnham).[31] Pero estas últimas opiniones son de algunos columnistas y articulistas no muy conocidos buscando la polémica.
Edward R. Murrow
, periodista que se enfrentó a McCarthy desde su programa de televisión
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