Si bien muchas de ellas tienen soluciones aceptadas, otras desafían su resolución y pueden indicar fallos en una teoría.En física, como en toda la ciencia, generalmente se supone que las contradicciones y las paradojas son casos de error e incompletitud porque se supone que la realidad es completamente consistente, aunque esta afirmación es en sí misma es una suposición filosófica.Cuando, como en campos como la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad, se ha demostrado que los supuestos existentes sobre la realidad se desmoronan, estos problemas generalmente se han solucionado cambiando los supuestos que permiten comprender la realidad a unos nuevos, que siguen siendo autoconsistentes ante las nuevas evidencias.[3] Ambas implican experimentos mentales que desafían los supuestos tradicionales del sentido común sobre el tiempo y el espacio.En este caso, se supone que el problema está bien planteado en la relatividad especial, pero debido a que el efecto depende de objetos y fluidos con masa, es necesario tener en cuenta los efectos de la relatividad general.El cielo nocturno oscuro observado puede resolverse alternativamente afirmando que una de las dos suposiciones es incorrecta.Una paradoja común se produce con idealizaciones matemáticas como el origen de un proceso en un punto, que describen bien los fenómenos físicos cuando se analizan a escalas distantes o globales, pero que se ven condicionadas por la singularidad matemática que constituye el propio punto de partida.Por ejemplo, el campo eléctrico asociado con un punto material es infinito en la ubicación de la carga puntual.Se espera que la solución a esta paradoja se encuentre con una teoría consistente de la gravedad cuántica, algo que hasta ahora ha sido difícil de alcanzar.Sin una teoría consistente, no puede haber ninguna afirmación significativa sobre las condiciones físicas asociadas con el universo antes de este punto.En mecánica cuántica, un conjunto significativo de paradojas físicas están asociadas con la posición privilegiada del observador.Esta idea incomoda a muchos defensores del libre albedrío, aunque resulta muy satisfactoria para los partidarios de la filosofía naturalista.Estos pueden ser simplemente indicios de que las teorías actuales están incompletas.Aún está por determinar si esto es el presagio de una revolución científica aún por venir o si estas observaciones darán paso a futuros refinamientos o se considerarán erróneas.