Además, Hitler creía que las tropas soviéticas no tenían fuerzas suficientes para una operación a gran escala en las inmediaciones de Leningrado, y el comandante del 18° Ejército el General Georg Lindemann le aseguró que sus tropas serían capaces de repeler una nueva ofensiva soviética.
Según la primera versión, bajo el nombre en clave "Nevá-1", las tropas soviéticas cerca de Leningrado tenían que sondear constantemente las defensas enemigas, realizar reconocimientos activos e inmediatamente comenzar a perseguir al enemigo en caso de que este comenzara a retirarse.
La segunda versión del plan, denominada "Nevá-2", se ejecutaría si los alemanes no se retiraban de Leningrado en los próximos meses y consistiría en avanzar por tres frentes, Oranienbaum que había sido capturado el año pasado, las colinas de Púlkovo y las fortificaciones cercanas a Nóvgorod.
Al mismo tiempo, el Cuartel General del Mando Supremo y el Estado Mayor estaban preparando un plan para una operación a mayor escala con un ataque principal en los accesos sur y sureste del Báltico con el objetivo de rodear a todo el Grupo de Ejércitos Norte.
Las tropas soviéticas nunca pudieron derrotar al enemigo en esta dirección y crear una posición operativa ventajosa para acciones ofensivas posteriores.
Casi rodeados por los soviéticos, el día 19 de enero, la guarnición de Novgorov luchaba desesperadamente para mantener abierto un estrecho corredorː Hitler se había negado en repeditas ocasiones a autorizar un repliege, diciendo que Nóvgorov tenía «un significado simbólico extraordinario».
Finalmente Hitler cedió, y las tropas alemanas huyeron al amparo de la oscuridad[6] El 20 de enero, unidades del 59.º Ejército liberaron Nóvgorod y el mismo día cercaron las unidades alemanas, que no habían podido retirarse hacia el oeste en dirección a Batetsky.
El ejército atacaría desde la línea del lago Nescherdo-Gúsino en dirección a Zilupe, sin pasar por Ídritsa desde el sur y el suroeste.
Además, cuando comenzó la ofensiva, el 10.º Ejército de la Guardia estaba en marcha y fue llevado a la batalla en partes.
Pronto, el comandante del ejército, Aleksandr Sujomlin,[30] fue destituido de su puesto «por no haber podido llevar a cabo su trabajo» y el teniente general Mijaíl Kazakov fue nombrado en su lugar.
[24] Ese mismo día los generales alemanes Georg von Küchler y Lindemann (18.º Ejército) se reunieron con Hitler en su cuartel general de la Guarida del Lobo en Prusia Oriental y le pidieron que autorizara la retirada del ejército alemán a la línea Panther, solicitud que Hitler de nuevo denegó «tendremos crisis donde quiera que estemos.
Dado que Georg von Küchler, consideraba impracticable la orden, fue cesado y sustituido por el mariscal de campo Walter Model.
Las formaciones del ejército, prácticamente sin encontrar resistencia, avanzaron significativamente, liberaron a Lyady, Sara-Gora, Gdov y el 4 de febrero llegaron a la costa del lago Peipus Desde estas posiciones, el ejército tuvo que realizar una maniobra de flanco, tomar Plyussa, Strugi Krasnye, cortar la carretera Luga-Pskov y, junto con el 67.º Ejército, destruir las tropas alemanas en las proximidades de Luga.
Al darse cuenta de esto, el comandante del Grupo de Ejércitos Norte el Coronel General Walter Model ordenó al 18.º Ejército que mantuviera las comunicaciones entre Luga y Pskov a cualquier precio.
Para llevar a cabo esta tarea, se reunieron todas las fuerzas y reservas disponibles, incluidas las del 16.º Ejército.
La ofensiva soviética en Luga continuó desarrollándose con gran dificultad: el ejército alemán ofreció una resistencia feroz e hizo contraataques constantes.
A pesar de que las tropas soviéticas no lograron rodear a las tropas alemanas ni en el área de Luga ni en el área al suroeste del lago Ilmen, las fuerzas principales del 18° Ejército se vieron en una situación crítica.
tras rechazar todos los contraataques enemigos, las unidades soviéticas se establecieron firmemente en las cabezas de puente.
Por este motivo, las tropas alemanas, unidas bajo un solo mando en el grupo operativo «Sponheimer» llamado así por Otto Sponheimer, comandante del 54.º Cuerpo de Ejército, se preparaban para defender la línea sobre el río Narva hasta el final.
Si tenían éxito, las tropas soviéticas, sin pasar por Pustoshka e Ídritsa, tuvieron la oportunidad de continuar su ataque contra Opochka.
Dado que por este motivo existía la amenaza de que las tropas soviéticas entraran por el flanco y retaguardia del 16º Ejército, Model se vio obligado a dar la orden de iniciar una retirada general a la línea Panther.
Teniendo en cuenta la situación actual, el Cuartel General del Mando Supremo decidió emprender una operación a gran escala con las fuerzas del 1º y 2º Frentes Bálticos en el cruce de los Grupos de Ejércitos "Norte" y "Centro".
El resto de los ejércitos, que aún no habían completado el reagrupamiento, se unieron a la ofensiva más tarde.
Así, a principios de marzo, las tropas del Segundo Frente Báltico alcanzaron la línea Panther.
Sin embargo, las tropas alemanas del 16.º Ejército, había logrado retirar la mayor parte de sus efectivos y equipo, formando una sólida defensa en la línea Óstrov - Púshkinskie Gory - Ídritsa y detuvieron el avance de los ejércitos soviéticos.
Se puede argumentar que el comando soviético, al no tener información completa sobre el poder de la línea Panther, esperaba romper inmediatamente las defensas alemanas y continuar la ofensiva en el Báltico.
Muchas ciudades y pueblos fueron liberados, entre ellos Nóvgorod, Gátchina, Chúdovo, Liubán, Tosno, Luga, Kingisepp, Gdov, Pórjov, Stáraya Rusa, Novorzhev.
Los intentos de las tropas soviéticas en marzo-abril para romper las defensas alemanas fuertemente fortificadas terminaron en fracaso.
[33] Estas cifras, muy probablemente, no están completas y las pérdidas de tropas soviéticas durante la operación fueron más elevadas.
Las pérdidas del Grupo de Ejércitos Norte durante la ofensiva Leningrado-Nóvgorod solo se pueden estimar aproximadamente.