Cuando para las autoridades soviéticas quedó claro que el interés finlandés no estaba en apoyar el esfuerzo bélico alemán en su totalidad, el frente disminuyó la intensidad y cantidad de combates, ya que las fuerzas soviéticas fueron redesplegadas a otros frentes.
De acuerdo a diversas fuentes, aproximadamente 63.200 finlandeses y 23.200 alemanes murieron o desaparecieron durante la guerra.
A pesar de la derrota, el esfuerzo finlandés durante la Segunda Guerra Mundial fue exitoso en cuanto al principal objetivo, si bien el precio fue muy alto en vidas humanas, reparaciones de guerra, pérdidas territoriales, erosión del prestigio internacional y subsiguiente acomodo a las perspectivas estratégicas soviéticas.
Además, Finlandia debería arrendar la península de Hanko durante treinta años y permitir que los soviéticos establecieran una base militar en ella.
Esto permitió que el presidente finlandés, Kyösti Kallio, pudiera pedir al mariscal de campo Carl Gustaf Emil Mannerheim que permaneciera como comandante en jefe y supervisase el rearme y los trabajos de fortificación.
Finlandia, como Suecia, no fue ocupada, pero ambas quedaron rodeadas por la Alemania nazi y la Unión Soviética.
Mientras tanto, y no siendo ello conocido por Finlandia, Adolf Hitler había comenzado a planear la invasión de la Unión Soviética (Operación Barbarroja).
Sin embargo, Adolf Hitler dio el visto bueno y las exportaciones comenzaron cuando se planeó la invasión a la Unión Soviética.
La oferta no satisfizo a los soviéticos, y cuando Mannerheim declaró que ofrecer cualquier concesión adicional pondría en peligro la defensa del país y amenazó con dimitir en tal caso, los finlandeses decidieron dejar en suspenso las negociaciones al no ver ningún movimiento en las posiciones soviéticas.
Además, el gobierno soviético anunció que ya no se oponía a un acercamiento entre Finlandia y Suecia.
La cuestión de cuándo y por qué Finlandia se preparó para la guerra sigue siendo algo opaca.
Incluso entonces, la mayoría de los historiadores concluyen que Finlandia no tenía alternativas realistas para cooperar con Alemania en ese momento.
También acordaron que el ejército finlandés comenzaría la movilización el 15 de junio, pero los alemanes no revelaron la fecha real del asalto.
Finalmente, la Flota del Báltico en aquel entonces estaba constituida por 2 acorazados, 2 cruceros ligeros, 47 destructores o botes torpedo, 75 submarinos y otros 200 navíos menores.
Sin embargo, debido a una pobre inteligencia respecto a la ubicación de los objetivos, junto con una baja precisión de los aviones, varias localidades urbanas fueron atacadas, entre ellas Helsinki, Turku, Kotka, Rovaniemi, y el Castillo Turku, patrimonio arquitectónico nacional.
Si bien este ataque fue considerado como menor, permitió demostrar el compromiso de los británicos con su aliado soviético.
Como consecuencia, y bajo presión Alemana, Finlandia se vio obligada a cerrar la legación británica en Helsinki, rompiendo relaciones diplomáticas el 1 de agosto.
Los países de la Commonwealth, tales como Canadá, Australia, India y Nueva Zelanda hicieron lo propio.
El ataque fue dirigido por la 1.ª Brigada Jaeger, comandada por el coronel Ruben Lagus, que llegó a las costas del Ládoga el 16 de julio, cortando al 7.º Ejército soviético en dos.
Posteriormente, estos serían evacuados en navíos a través del lago hacia la orilla sur.
[31] Igualmente, en 2017, Alexis Peri escribió sobre el sitio que “la ciudad había quedado completamente aislada, excepto por el paso a través del Lago Ládoga, por las fuerzas de Hitler y sus aliados finlandeses”.
[32] Lo que sí genera mayor consenso es el despliegue de la Unidad Naval Finlandesa del Lago Ládoga, consistente en 150 lanchas rápidas, 2 minadores, 4 barcos a vapor, y numerosas baterías costeras, junto a unidades alemanas e italianas, desde agosto de 1941.
[34] A pesar de que los ataques tuvieron un inicio prometedor, todos terminaron por ser rechazados.
Al final de mes se produjo un desembarco soviético con dos batallones en Petsamo, que terminó siendo rechazado por un contraataque alemán.
Además, las relaciones exteriores del país se vieron fuertemente deterioradas con Suecia y el Reino Unido, particularmente porque el Ministro de Relaciones Exteriores, Rolf Witting, les había asegurado que las movilizaciones militares llevadas a cabo por Finlandia tenían un carácter meramente defensivo, y que de ninguna forma Finlandia realizaría una campaña militar conjunta con Alemania.
Sin embargo, el gobierno comenzó contactos con la Unión Soviética a través de su embajada en Suecia.
[39] Así, el 9 de junio se produjo un bombardeo masivo en toda la línea del frente, compuesto por artillería, el 13° ejército aéreo y la Flota del Báltico, que socavó la primera línea de defensa y produjo importantes deserciones en el ejército finlandés, que fue tomado por sorpresa.
Sin embargo, la ofensiva no logró romper la línea VKT y llegar al río Kymi, según lo ordenado por la Stavka.
Por otro lado, los aliados occidentales ya habían hecho su avance crucial en Normandía y se dirigían rápidamente hacia el este.
El alto el fuego entró en vigor a las 07:00 del lado finlandés, y la Unión Soviética cesó las hostilidades un día después, el 5 de septiembre.