El Grupo de Ejércitos Norte alemán ya no ejecutaría en adelante ninguna otra ofensiva en la región, quedando relegado a un papel defensivo.
[6][8] La Operación Barbarroja, el nombre que recibió el plan alemán para invadir la Unión Soviética en el verano de 1941, se concibió como una ofensiva hacia el este en tres direcciones: Leningrado, Smolensk y Ucrania.
Para ello Alemania dedicó un Grupo de Ejércitos destinado a cada eje: Norte, Centro y Sur.
Fliegerkorps para contribuir con la ofensiva hacia Moscú, causaron una crisis entre Hitler y el mariscal de campo von Leeb, responsable del Heeresgruppe Nord, quien se opuso en un primer momento a emprender una nueva ofensiva hacia el este con sus fuerzas mermadas y en circunstancias que a su juicio eran desfavorables para los alemanes.
Este segundo plan fue rechazado por Hitler, que ordenó en su lugar tomar Tijvin, girando al noroeste, tras ser tomada esta ciudad, en dirección a Vóljov, hasta llegar al lago de Ladoga.
A continuación, si las circunstancias lo permitían, se debía avanzar hasta la frontera finlandesa en Carelia.
[22] Aunque los avances en las cabezas de puente fueron inicialmente rápidos, pronto comenzaron a atraer contragolpes soviéticos.
El contraataque, aunque fracasara debido en parte a su mala coordinación, supuso que la 12.º división panzer detuviera su avance temporalmente.
Dicho contraataque fue un fracaso, pues los contragolpes alemanes, sumados a su concentración de aviación y artillería, acabaron desbaratándolos.
El XXXIX Cuerpo de Schmidt quedaría desde entonces estancado en la ciudad, pasando a la defensiva ante la creciente presión soviética.
El enfrentamiento supuso que los alemanes relocalizaran cinco divisiones para defender el sector de Siniávino.
Forzado por Hitler a mantener el avance, von Leeb reforzó a von Boeckmann con la 254.ª división de infantería y al cada vez más debilitado cuerpo motorizado de Schmidt, estancado en Tijvin, con la 61.ª división.
Ejército consiguió, en un desesperado ataque, bloquear el flanqueo alemán y detener la ofensiva.
[1] Mientras el 54.º Ejército de Fediúninski se preparaba para golpear a las fuerzas alemanas que avanzaban hacia Vóljov, von Boeckmann recibió otro kampfgruppe formado por elementos de la 8.ª panzer y lanzó además un ataque con la 254.ª división de infantería hacia el noroeste, dirección lago Ládoga, esta vez en la margen occidental del río Vóljov.
Este cambio en el tiempo había transformado la situación del frente: las carreteras enlodadas por los efectos de la rasputitsa estaban ahora heladas, devolviendo la movilidad operacional a los ejércitos; los ríos, antes difíciles de vadear, habían quedado congelados, permitiendo a la infantería cruzarlos.
[17][nota 5] A esto habría que añadir el impacto de la inesperada tenacidad soviética, las enórmes pérdidas humanas sufridas y el pobre material de invierno en la moral alemana, que empezaba a flaquear.
[nota 7] Contradiciendo la forma tradicional que tenía el ejército alemán de desarrollar una operación, el avance a través del Vóljov se había hecho en abanico: el I Cuerpo y el Grupo Boeckmann hacia el norte, en dirección Vóljov; el XXXIX Motorizado de Schmidt al este, en el eje a Tijvin; el XXXVIII de von Chappuis, estirado y sin reservas, cubriendo el flanco derecho de Schmidt entre el lago Ilmen y Budogosh.
[37][nota 10] Dicho regimiento había conseguido avanzar hasta el río Víshera con la idea de dirigirse hacia el río Msta, plan que fue descartado al necesitarse su presencia en el avance a Tijvin.
Meretskov perseguiría al cuerpo motorizado de Schmidt durante los días siguientes, aunque los alemanes ralentizarían la persecución al establecer una defensa temporal en una zona pantanosa intermedia cerca de Budogosh.
[34] Mientras tanto, en el sector norte del Vóljov, el 54.º Ejército de Iván Fediúninski había comenzado un lento avance hacia el sur, poniendo en peligro al I Cuerpo alemán, que estaba siendo hostigado también en su flanco derecho por el 4.º Ejército de Meretskov.
La guarnición de Kírishi, localidad situada en la margen derecha del Vóljov, soportó los asaltos soviéticos y fue la única posición tomada en la operación que no fue abandonada por la Wehrmacht.
Poco después presentaría su dimisión a Hitler y sería sustituido por Georg von Küchler, entonces al mando del 18.º Ejército.
La contraofensiva soviética había sido todo un éxito y fue una de las primeras victorias que cosechó Stalin en el otoño del 41.
[6][8][45][nota 14] Prolongar el asedio suponía también que el ejército alemán no podría contar con las divisiones del sector para otras operaciones.
[49] La ofensiva acabaría en el embolsamiento y posterior destrucción de dicho ejército, terminando su general, Andréi Vlásov, capturado por los alemanes.