Ofensiva del Vístula-Óder

Los alemanes sufrieron graves bajas tanto en hombres como en material, mientras que el avance soviético dejó aisladas a muchas de sus unidades en Breslau, Poznan, Pomerania y Prusia Oriental.

Guderian le presentó los resultados a Adolf Hitler, quien desestimó la aparente fuerza real del adversario considerándola como «el mayor impostor desde Gengis Kan».

[6]​ Como las divisiones que habían participado en la fallida ofensiva alemana de las Ardenas en el frente Occidental no podían dirigirse rápidamente a Polonia, Guderian propuso evacuar lo que quedaba del Grupo de Ejércitos Norte atrapado en la Bolsa de Curlandia hacia Alemania y reforzaran este frente, algo que Hitler rechazó tajantemente.

[6]​ Guderian, disconforme con la «estrategia de avestruz» propuganda por el cuartel general de Hitler, se dispuso a abandonar la reunión cuando Hitler le señalóː «El frente oriental nunca ha contado con una reserva tan poderosa como en estos momentos, y eso ha sido obra suya.

Se lo agradezco.» «El Frente Oriental» -repuso Guderian- «es como un castillo de naipesː basta con romperlo por un punto para que se venga abajo en su totalidad.» Curiosamente, Goebbels había empleado el mismo símil en 1941 para referirse al Ejército Rojo.

[6]​ Las fuerzas soviéticas se encontraban compuestas de dos grandes unidades: el 1.º Frente Bielorruso al mando del mariscal Gueorgui Zhúkov y el 1.º Frente Ucraniano al mando del mariscal Iván Kónev.

[10]​ Las fuerzas soviéticas en este sector se enfrentaron al Grupo de Ejércitos A, que defendía un frente que se extendía desde posiciones al este de Varsovia hacia el sur a lo largo del Vístula, casi hasta la confluencia del San.

Tres ejércitos alemanes conformaban esta gran unidad:[11]​ En total eran 400 000 soldados, 4100 piezas de artillería y 1150 tanques.

Por entonces las unidades del 4.º Ejército Panzer habían perdido la cohesión aunque el XXIV Cuerpo Panzer mantuvo sus líneas en Kielce hasta el anochecer del día 16, cuando su comandante tomó la decisión de retirarse.

Nada más llegar destituyó a Harper y los sustituyó por Ferdinand Schörner al que mandó llamar desde la Bolsa de Curlandia y le ordenó que detuviera la embestida soviética pero sin proporcionarle refuerzos ni suministros de ningún tipo.

A pesar de que el 9.º Ejército emprendió algunos contraataques locales, todos ellos fracasaron; las tropas 69.º Ejército finalmente rompieron la última línea defensiva y tomaron Radom, mientras que unos kilómetros al sur también caía Sochaczew y otras unidades iniciaban el avance hacia Łódź.

Para su sorpresa Hitler aceptó y le comunicó que enviaría el 6.º Ejército Panzer SS pero no a Polonia, como él había solicitado, sino a Hungría donde debía lanzar una ofensiva para liberar los campos petrolíferos al oeste de Budapest.

[25]​ La segunda fase de la ofensiva del 1.º Frente Ucraniano era aún más compleja, dado que sus fuerzas debían cercar y asegurar toda la región industrial de la Silesia Superior, donde además tendrían que hacer frente al 17.º Ejército del general Friedrich Schulz.

[26]​ Mientras tanto, los destrozados restos del 4.º Ejército Panzer seguían tratando de alcanzar las líneas alemanas.

[29]​ Hitler, por su parte, estaba furioso por el abandono de la «fortaleza», por lo que mandó arrestar al Coronel Bogislaw von Bonin, jefe de la Oficina de operaciones del Oberkommando des Heeres (OKH), y destituyó a los comandantes del 9.º Ejército y el XXXVI Cuerpo Panzer: los generales Smilo Freiherr von Lüttwitz y Walter Fries.

Mientras tanto, Stalin estaba insatisfecho por los progresos que realizaba el Tercer Frente Bielorruso de Iván Cherniajovski en su avance hacia Königsberg.

[31]​ Hitler también creó una nueva agrupación, el Grupo de Ejércitos Vístula, aunque era una unidad más teórica que real.

Finalmente, Schörner permitió a Schulz evacuar a sus fuerzas en la noche del 27 de enero, mientras Kónev (que había permitido la retirada del 17.º Ejército alemán sin causarle demasiadas bajas) aseguraba la nueva zona conquistada.

[36]​ Mientras tanto, los restos destrozados del 4.º Ejército Panzer todavía intentaban llegar a las líneas alemanas.

[43]​ la Cancillería del Reich estaba a tan solo cien kilómetros de distancia.

Sin embargo el 2 de febrero la Stavka dio por completada la operación y ordenó a las tropas soviéticas que tomaran posiciones defensivas.

[8]​ Zhúkov inicialmente esperaba poder avanzar directamente hacia Berlín, dado que las defensas alemanas habían colapsado en gran medida.

Mientras tanto, Hitler había decidido lanzar una contraofensiva contra la bolsa sur de Chuikov.

Sin embargo, Chuikov se recuperó rápidamente de la sorpresa inicial y los alemanes fueron diezmados en campo abierto, por la artillería y la aviación soviética, viéndose obligados a retirarse a sus posiciones iniciales tras sufrir fuertes pérdidas.

[46]​ Heinz Guderian defendió ante Hitler la actuación de los comandantes involucrados en la fallida operación, los generales Theodor Buse y Gotthard Heinrici.

Los alemanes se habían visto forzados a abandonarlos durante la apresurada retirada del campo.

La escritora Úrsula Schele estimó que unos diez millones de mujeres en la Unión Soviética podrían haber sido violadas por la Wehrmacht y que una de cada diez podía haberse quedado embarazada como resultado.

Para este momento, la ofensiva soviética había recorrido 500 km, pero el fin del invierno, la falta de apoyo aéreo, la larga línea de suministros y el temor a poder quedar rodeados por los ejércitos alemanes que resistían en Prusia Oriental, Pomerania y Silesia obligaron a que Zhúkov y Kónev detuvieran su avance, para dar tiempo a que los otros frentes soviéticos los alcanzaran.

Esta decisión ha sido criticada, ya que en ese momento no había suficientes fuerzas en Berlín, a solo 70 km, para defenderla.

La ofensiva del Vístula-Óder, sin embargo, constituyó un completo éxito al suponer la destrucción o el aislamiento de un gran número de unidades alemanas que se hallaban situadas en la Polonia ocupada y las provincias orientales alemanas.

Disposición de las fuerzas y posterior avances del Ejército Rojo
Tanques T-34/85 soviéticos del 1. er Ejército de Tanques de la Guardia
Delegación de oficiales alemanes que llegan para negociar la capitulación de Festung Breslau
Una unidad blindada soviética durante la Ofensiva del Vístula-Óder
Avance blindado por la brecha en la cabeza de puente al otro lado del río Vístula. 1er Frente Bielorruso.
Tropas motorizadas alemanas en Breslau (febrero de 1945).
Talla en un árbol en Bielinek (Bellinchen), Pomerania, inmediatamente al este del Oder. Dice, en ruso, «Marzo de 1945, Muerte a los alemanes».
Artillería soviética abre fuego contra posiciones alemanas durante la batalla de Poznan
Prisioneros en el campo de exterminio nazi de Auschwitz en Polonia, durante la liberación por parte del Ejército Rojo, enero de 1945
Las tropas soviéticas entran en territorio alemán (enero de 1945).