Batalla de Poznan

Después del desastre alemán en Bielorrusia, Hitler y el alto mando alemán declararon que una serie de ciudades, que se encontraban en el camino directo del avance soviético, serían consideradas como «festungen» (fortalezas), en estas fortalezas se ordenó a las guarniciones que, en caso de asedio del ejército Rojo, la ciudad debía ser defendida hasta el último hombre, sin posibilidad de capitulación ni de retirada.

[7]​ El 20 de enero, el Gauleiter Arthur Greiser y el comandante del Festung Posen, el mayor general Ernst Mattern, ordenaron a la población étnica alemana que abandonara Poznań y se dirigiera hacia el oeste.

La evacuación de aproximadamente 70 000 personas, oficinas, industria y funcionarios se convirtió en una fuga marcada por el pánico.

Aunque el Reichsführer-SS Heinrich Himmler recientemente nombrado Comandante en Jefe del Grupo de Ejércitos Vístula, había enviado un mensaje a los defensores de Posen el mismo día en el que manifestaba que «no los defraudaría», su destino ya estaba sellado en este punto.

El mayor general Gonell había creído anteriormente que otras fuerzas alemanas atacarían y relevarían a sus fuerzas sitiadas, pero el 15 de febrero se dio cuenta de que esto no iba a ocurrir.

Indignado, ordenó a sus tropas que estaban al este del río Warta que intentaran escapar, unos 2000 soldados alemanes lograron infiltrarse entre las líneas del Ejército Rojo y dirigirse hacia el oeste la noche siguiente.

A los alemanes se les dijo que no había esperanza alguna de escapar, puesto que la línea del frente se hallaba en ese momento a más de doscientos kilómetros al oeste.

[12]​ Ante las tropas del Ejército Rojo había una profunda zanja emparejada por una empinada muralla en el lado opuesto.

Estos reductos tardaron casi tres días en neutralizarse; uno fue silenciado con lanzallamas y explosivos, la línea de fuego del otro fue bloqueada por escombros arrojados frente a los puntos de fuego por tropas soviéticas exasperadas.

Cuando persistía la resistencia desde determinados edificios o reductos, se empleaba un obús de 203 mm que hacía saltar las paredes dejando el interior al descubierto.

En este punto, el mayor general Gonell dio permiso a sus tropas para intentar escapar, pero ya era demasiado tarde.

[12]​ Esa misma noche, el mayor general Mattern, una vez más a cargo de las fuerzas alemanas, rindió los 12 000 soldados alemanes restantes al general Chuikov, poniendo así fin a la batalla de Poznan.

La batalla redujo definitivamente el antiguo sistema de fortalezas prusianas que hoy se erige principalmente como monumentos.

Tropas soviéticas durante la batalla de Poznan
Artillería soviética abre fuego contra posiciones alemanas durante la batalla de Poznan
La población civil de Poznan recibe a los tanquistas soviéticos
Lanzacohetes Katiusha bombardean los últimos reductos de resistencia alemana en la Ciudadela
Rendición de las últimas tropas alemanas que aún resistían en la Ciudadela