Batalla profunda

Se consideraban dos fases consecutivas: la batalla profunda táctica y la conducción de las operaciones para explotar el éxito obtenido.

En 1937, la Unión Soviética había organizado su ejército mecanizado, el mayor del mundo, mediante un sofisticado sistema operacional.

Sin embargo, las purgas de militares promovida por Stalin, junto con las experiencias militares en la España, en Polonia y en Finlandia, hicieron que el modelo cayera durante un tiempo en el descrédito, para ser recuperado después tras los sucesivos reveses sufridos frente a la Wehrmacht en la primera parte de la Segunda Guerra Mundial.

Una vez conseguido esto, los soviéticos se dedicaron a resolver el problema de la movilidad operativa militar.

El más destacado fue Mijaíl Frunze,[5]​ que se opuso a esta petición de León Trotski.

[8]​ A diferencia de Tujachevski, Svechín vaticinó que la siguiente guerra solo podría ganarse por desgaste, y no entablando una o varias batallas decisivas.

Dentro de ese marco, también reconocía la distinción teórica que contemplaba el arte operacional como un nivel situado entre la táctica y la estrategia.

Las operaciones de apoyo tenían objetivos estratégicos importantes por sí mismas, y las unidades de apoyo debían continuar sus acciones ofensivas hasta que no pudieran progresar más, aunque siempre subordinadas al objetivo estratégico principal o decisivo determinado por la Stavka.

La defensa se aplica a identificar los objetivos estratégicos cruciales y asegurarlos contra los ataques desde todas las direcciones; al igual que con los métodos ofensivos, el área del objetivo se diseccionaría en zonas tácticas y reservas operacionales.

Las zonas tácticas dispondrían varias líneas de defensa alineadas una tras otra, normalmente a unos 12 kilómetros del objetivo principal.

[11]​ Una vez que el enemigo se había empantanado dentro de las defensas soviéticas, entrarían en juego las reservas operacionales.

El frente continuo que se desarrolló en la Primera Guerra Mundial no permitía los movimientos de flanqueo del periodo anterior a 1914.

Por su parte, las defensas tácticas del enemigo, desplegadas en unas dos líneas, serían poco profundas en la primera y se extenderían hasta 56 km.

[14]​ Una vez determinados los objetivos estratégicos y completada la preparación operativa, el Ejército Rojo se encargaría de asaltar las zonas tácticas del frente enemigo con el fin de penetrar en su retaguardia, permitiendo a las fuerzas operativamente móviles invadir la zona no defendida por aquel.

Aunque ese era el primer paso, la batalla profunda táctica no ofrecía ninguna solución sobre cómo una fuerza podía mantener un avance más allá de ella y en las profundidades operativas y estratégicas de un frente enemigo.

Tales concentraciones enemigas podían impedir la explotación de una ruptura táctica y amenazar el avance operacional.

La ruptura correría a cargo de cuerpos móviles, mecanizados, con tanques y aviones, que debían impedir al enemigo reagrupar sus fuerzas en retaguardia.

Varfolomeev creía que el ejército de choque necesitaba potencia de fuego y movilidad para destruir tanto las defensas tácticas del enemigo como las reservas operativas, y tomar objetivos o posiciones geográficas en armonía con otras ofensivas operacionalmente independientes pero estratégicamente colaborativas.

[21]​ Observó que las defensas tácticas y operativas profundas y escalonadas debían exigir respuestas contrarias iguales o similares por parte del atacante, lo que permitía al atacante asestar un golpe profundo en el punto de concentración.

Tal diferencia doctrinal puede explicarse por las circunstancias estratégicas de la Unión Soviética y Alemania en ese momento: Alemania tenía una población menor pero un ejército mejor entrenado, y la Unión Soviética contaba con una población mayor pero su ejército estaba menos instruido.

Los soviéticos rompieron los flancos alemanes, explotaron la profundidad operativa y cerraron la bolsa de Kalach del Don.

[27]​ En 1937, la Unión Soviética había organizado su ejército mecanizado, el mayor del mundo, mediante un sofisticado sistema operacional.

Se esperaba que una ofensiva más profunda en la retaguardia alemana provocaría el hundimiento del Grupo de Ejércitos Centro.

Durante este tiempo, los alemanes lanzaron la operación Kremlin, una campaña de engaño para hacer creer al Stavka que el principal ataque alemán del verano estaría dirigido a Moscú en vez de su verdadero objetivo: el sector sur del frente oriental.[n.

Por su parte, el 6.º Ejército alemán sufrió graves pérdidas, lo que obligó al Oberkommando der Wehrmacht (OKW) a desguarnecer sus flancos para asegurar su centro.

Cuando la inteligencia soviética considerara que el frente del Eje estaba en su punto más débil, atacaría los costados y rodearía al ejército alemán (operación Urano).

Había que debilitar al enemigo exponiéndolo a las duras condiciones invernales e infligirle el mayor desgaste en su intento de aliviar la bolsa: entonces, en el momento oportuno, una fuerte ofensiva acabaría con su ejército de campaña y su retaguardia.

La operación permitiría al Ejército Rojo arrollar el frente sur de los alemanes, logrando así su objetivo estratégico.

Los alemanes no consiguieron romper las principales líneas de defensa, quedaron estancadas en el tercer cinturón y tuvieron que recurrir a sus reservas móviles para la intentar la ruptura.

Aun así, los dos ejércitos alemanes estaban diezmados y las fuerzas soviéticas en el norte recuperaron la iniciativa estratégica perdida en Járkov.

Bandera del Ejército Rojo hacia 1920.
Bandera del Ejército Rojo hacia 1920.
Isaak Brodski: M. V. Frunze de maniobras (1929). Óleo sobre lienzo.
M. V. Frunze de maniobras (1929). Óleo sobre lienzo de Isaak Brodski .
Mijaíl Tujachevski
Mijaíl Tujachevski.
Esquema de operación profunda. Las fuerzas atacantes abren una brecha en las defensas del frente táctico defensivo (en azul). Seguidamente, un segundo escalón de reserva sigue al primero por la zona de ruptura. Mientras, ataques aéreos (en rojo) alcanzan las reservas del defensor antes del choque y otros destacamentos en tierra (flechas cortas) hostigan los flancos con asaltos de obstrucción y distracción.
Esquema de operación profunda. Las fuerzas atacantes abren una brecha en las defensas del frente táctico defensivo (en azul). Luego, un segundo escalón de reserva sigue al primero por la zona de ruptura. Mientras, ataques aéreos (en rojo) alcanzan las reservas del defensor y otros destacamentos en tierra (flechas cortas) hostigan los flancos con asaltos de obstrucción y distracción.
Operaciones soviéticas en profundidad en la ofensiva de Liubán.
Ofensiva de Liubán . Operaciones soviéticas en profundidad (flechas rojas); en la rama sur, unidades blindadas alemanas (flechas gruesas) tratan de estrangular el avance del Ejército Rojo.
Esquema de la operación Urano, que alcanzó un gran éxito en sus fases iniciales.
Operación Urano, que alcanzó un gran éxito en sus fases iniciales.
Tercera batalla de Járkov. La penetración superficial fue destruida. Los soviéticos no habían ensayado debidamente las operaciones profundas.
Contraofensiva del Ejército Rojo tras frustrar la operación Ciudadela germana.
Operación Kutúzov. Contraofensiva del Ejército Rojo (flechas) en respuesta a la operación Ciudadela germana.
Invasión de Manchuria (agosto de 1945).