Historia militar de la Unión Soviética

El nuevo gobierno formó el Ejército Rojo para combatir a varios enemigos en la guerra civil rusa.

El Ejército Imperial Ruso, exhausto tras su participación en la Primera Guerra Mundial, estaba al borde de la desintegración y el derrumbe.

Este último, con la ayuda intermitente de fuerzas intervencionistas extranjeras (japonesas, británicas, francesas y estadounidenses), combatió al Ejército Rojo formado por los bolcheviques para luchar en la guerra civil rusa.

Al invadir Polonia e iniciar la guerra polaco-soviética, los bolcheviques expresaron su convicción de que finalmente triunfarían sobre sus adversarios, las fuerzas del capitalismo, tanto en casa como en el extranjero.

Las academias militares rusas, instauradas durante la guerra civil, comenzaron a producir en grandes cantidades oficiales entrenados y leales al poder bolchevique.

Tercero, el partido estableció una red de oficiales políticos por toda la estructura militar para vigilar e influir en las actividades del ejército.

Instruía a las tropas en el Marxismo-Leninismo, la visión soviética de los asuntos internacionales, y las tareas del partido para las fuerzas armadas.

A través de la historia del Ejército Soviético, la policía secreta soviética (conocida también como Cheka, OGPU, NKVD y KGB entre otros nombres) mantuvo el control sobre los Departamentos especiales (Особый отдел) de contrainteligencia que existían en todas las grandes formaciones militares.

Bajo la dirección de Lenin y Trotski, el Ejército Rojo afirmó su adhesión a la proclamación de Karl Marx de que la burguesía solo podía ser vencida mediante una revuelta mundial del proletariado, y con vistas a ese fin, las primeras doctrinas militares soviéticas se centraron en extender la revolución en el extranjero y expandir la influencia soviética a través del mundo mediante la revolución mundial.

Los años de Leonid Brézhnev en el poder marcaron la máxima cooperación entre el partido y el ejército, ya que proporcionó abundantes recursos a las fuerzas armadas.

Sin embargo, Brézhnev evidentemente se sentía amenazado por el ejército profesional, y buscó crear un aura de liderazgo militar alrededor suyo en un esfuerzo por establecer su autoridad sobre las fuerzas armadas.

En cambio, Gorbachov enfatizó las prioridades económicas civiles y una razonable suficiencia en la defensa sobre los requisitos percibidos por los militares profesionales.

Esto solo cambió cuando Stalin comenzó el empuje de la industrialización en 1929, una política creada en parte para permitir que se dedicaran al ejército fondos sin precedentes.

La industria soviética respondió, suministrando tanques, aeronaves y otro material en número suficiente para hacer viables estas operaciones.

Después de que la blitzkrieg alemana demostró su potencia en Polonia y Francia, el Ejército Rojo empezó un esfuerzo frenético para reconstruir los grandes cuerpos mecanizados, pero la tarea solo estaba parcialmente finalizada cuando la Wehrmacht atacó en 1941.

Otro factor que contribuyó a la derrota inicial fue que el esfuerzo de rearme soviético había comenzado demasiado pronto, y en 1941 la mayoría del material soviético era obsoleto e inferior al de la Wehrmacht, con honrosas excepciones.

En la frontera del Extremo oriente soviético las fuerzas del Ejército Rojo mantuvieron una Guerra no declarada contra los japoneses entre 1932 y 1939, que daría lugar a la decisiva Batalla de Jaljin Gol donde los soviéticos se impusieron claramente a los japoneses.

Esta victoria puso fin a los conflictos fronterizos con las fuerzas japonesas de Manchukuo y provocó que los japoneses abandonaran sus planes de atacar a la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, centrando sus esfuerzos en el Pacífico.

Indudablemente, durante la Guerra Fría, el Ejército Rojo era de lejos el más numeroso que cualquier otro país.

Estas innovaciones ayudarían a dirigir el curso de las operaciones militares soviéticas durante toda la Guerra Fría.

El poder del ejército convencional mostró su influencia continuada cuando la Unión Soviética usó sus tropas para invadir Hungría en 1956 y Checoslovaquia en 1968 para ahogar las aspiraciones democráticas de su gente y mantener estos países dentro del sistema de alianzas soviético.

Esta decisión generó una desavenencia más entre la Unión Soviética y la República Popular China, un estado comunista vecino que sintió que los soviéticos estaban regresando a la lucha fundamental marxista-leninista por el triunfo mundial del comunismo.

y la Unión Soviética reconocieron su vulnerabilidad mutua a la destrucción masiva, sin importar qué estado lanzaba las armas nucleares primero.

La alta prioridad que se le dio a la producción militar hacía posible que las empresas militares captaran al mejor personal de la industria civil, los mejores materiales y produjeran así material militar de los más avanzados del mundo.

La integración del partido, el gobierno y los militares en la Unión Soviética era más evidente en el área de la producción industrial relacionada con la defensa.

La segunda razón para esta disminución fue la amplia resistencia a prestar servicio militar que se desarrolló cuando la política de la glásnost permitió conocer al público las condiciones dentro del Ejército Soviético y la amplitud de los abusos contra soldados en servicio.

Los militares participaron en el control de protestas en el Cáucaso y en Asia central, pero su actuación fue considerada como poco efectiva en la restitución del orden.

Para ese momento el liderazgo del Ejército Soviético ya había tomado partido por las reformas de Gorbachov y Yeltsin, condenando así el antiguo orden.

Como resultado, Ucrania cedió a Rusia un tercio del arsenal de armas nucleares existentes en el mundo entre 1994 y 1996.

En la época soviética, Uzbekistán tuvo armas nucleares en su territorio, pero actualmente ese país es firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear.

Soldados soviéticos avanzan durante la batalla de Kursk en julio de 1943
Manifestaciones durante la Revolución de Febrero de 1917
Miembros del Ejército Rojo se reúnen alrededor de Vladímir Lenin y León Trotsky en Petrogrado .
Guardia Roja de la fábrica Vulkán en 1917
Bandera conservada del 175.º Regimiento del NKVD
Comisión para el reclutamiento de soldados en 1918
El Ejército Rojo entra en Kiev en 1920
Soldados checos abatidos por los bolcheviques en Vladivostok durante la guerra civil rusa
Soldados soviéticos durante la década de 1930
Desembarco de material militar soviético en Alicante durante la guerra civil española
Soldados soviéticos combatiendo en las ruinas de la fábrica Octubre Rojo durante la batalla de Stalingrado
Combates en la frontera soviético-finlandesa durante la Guerra de Invierno en 1939
La ametralladora ligera RPK es típica de la influencia del Ejército Rojo en el mundo después de la guerra. Está basada en el fusil de asalto AK-47, que al final efectuaría un cambio en los diseños futuros de fusiles y en los métodos de la guerra moderna.
El fusil de asalto soviético AK-47 está considerada el arma de fuego más utilizada en la historia moderna
Marineros de la armada soviética en 1982
Dos helicópteros Mil Mi-17 de fabricación soviética en 1996 pertenecientes a la Fuerza Aérea Moldava
Fotografía tomada desde un avión espía U-2 de los silos de misiles soviéticos estacionados en Cuba en 1962 que dio lugar a la Crisis de los misiles
ICBM del tipo Titán II de fabricación estadounidense en servicio con la Fuerza Aérea estadounidense entre 1962 y 1986
Firma por Leonid Brézhnev y Jimmy Carter de los acuerdos SALT II el 18 de junio de 1979
Fabricación de tanques T-34 en la planta de Uralmash en 1942
Infantes de marina soviéticos realizan un desfile en Vladivostok en septiembre de 1990.
Soldado de la División Tamánskaya, enero de 1992
Monumento en memoria de la amistad húngaro-soviética tras la Revolución húngara
Inspección de armas en el Grupo de Fuerzas Soviéticas en Alemania , Berlín, 1981