En plena Guerra Fría, Somalia era apoyada por los Estados Unidos mientras que la Unión Soviética y Cuba hacían lo propio con Etiopía.
[10]La administración colonial italiana unió así la mayoría de los territorios que tenían una población predominantemente somalí.
Si bien la fuerza militar adquirida por Somalia se incrementó sustancialmente, la contraparte etíope creció débilmente.
El Derg rápidamente cayó en conflicto interno para determinar quién tendría primacía.
De 1976 a 1977, Somalia suministró armas y otras ayudas al FLSO.
Una columna de tropas etíopes y cubanas cruzó el noreste hacia las tierras altas entre Jijiga y la frontera con Somalia, evitando la fuerza SNA-WSLF que defendían el Paso de Marda.
Helicópteros Mil Mi-6 transportaron por vía aérea vehículos blindados cubanos BMD-1 y ASU-57 detrás de las líneas enemigas.