No debe confundirse flanco con ala, pues ésta es el extremo mismo de una línea desplegada, y flanco el terreno que se extiende más allá del ala.
Efectivamente, el hombre en fila tiene costado, pero no tiene flanco, quien lo tiene es la tropa en su conjunto, de la cual forma parte.
Un ejército que maniobrara sobre el Ebro con el frente a Francia, tendría su flanco izquierdo apoyado, cubierto por la cordillera Cantábrica; y su ala izquierda podría, sin embargo, estar muy distante.
El primero tiene por objeto llevar fuerzas superiores sobre una de las alas del enemigo, mientras se tiene en jaque mediante demostraciones ejecutadas con fuerzas inferiores la parte de línea enemiga que no es atacada.
El ataque de flanco se dirige contra uno de los del enemigo al que se procura envolver, llevando allí el grueso del ejército propio para que el adversario se vea obligado a efectuar un cambio de frente, renunciando a la posición elegida y sometiéndose a la ley del vencedor que le obliga a combatir en un terreno escogido por él.