Esta teoría, promovida por militares y por diversos escritores,[1]pero fuertemente desacreditada en la actualidad, no solo niega o relativiza tales crímenes, sino que pretende poner en valor los éxitos militares de la Wehrmacht así como la honorabilidad, el coraje y la disciplina del soldado alemán.
Hannes Heer escribió que los crímenes de guerra habían sido encubiertos por eruditos y ex soldados.
Aproximadamente la mitad de todos los ciudadanos varones alemanes realizó el servicio militar y combatieron en la Segunda Guerra Mundial.
En ese momento los estadounidenses sintieron la necesidad de reconstituir el ejército alemán para contrarrestar a las fuerzas armadas soviéticas.
Su objetivo era presentar a las fuerzas armadas alemanas como apolíticas y en gran parte inocentes de los crímenes cometidos por el régimen nazi.
[25] El documento fue escrito por sugerencia del general estadounidense William J. Donovan, quien más tarde fundó la CIA y que veía a la Unión Soviética como una amenaza global para la paz mundial.
Donovan se desempeñó como fiscal adjunto en Núremberg; él y algunos otros representantes estadounidenses creían que los juicios no debían continuar.
Creía que Estados Unidos debía hacer todo lo posible para asegurar a Alemania como un aliado militar contra la Unión Soviética en la creciente Guerra Fría.
[29] Hankey mantuvo correspondencia regular con Winston Churchill, Anthony Eden, Douglas MacArthur y Konrad Adenauer sobre el tema.
[30] Cuando Adenauer visitó Londres en 1951, tuvo una reunión privada con él para discutir su trabajo en favor de los generales alemanes.
No fue hasta la Wehrmachtsausstellung (Exposición de la Wehrmacht), en 1995, que hubo un cambio en la percepción del público y la sociedad austríaca.
[41] Adenauer aceptó el memorando y empezó una serie de negociaciones con las tres Fuerzas Aliadas Occidentales para satisfacer sus peticiones.
[49] A lo largo de los años, varios exoficiales alemanes publicaron memorias y estudios históricos que contribuyeron decididamente al mito.
[80] Los historiadores Ronald Smelser y Edward J. Davies escribiendo en El mito del frente oriental: «Franz Halder encarna mejor que cualquier otro alto oficial alemán la diferencia dramática entre el mito y la realidad tal como surgió después de la Segunda Guerra Mundial».
Durante este tiempo, sus tropas cooperaron estrechamente con los Einsatzgruppen y la península se convirtió en Judenfrei – de 90 000 a 100 000 judíos fueron asesinados.
[86] Tanto durante el juicio como después, Paget negó que la operación Barbarroja fuera una «guerra de aniquilación».
Asimismo, el tribunal consideró que, como comandante del 11.º Ejército, Manstein asistió al Einsatzgruppe D durante la masacre de judíos en Ucrania.
[102] Los historiadores alemanes críticos del mito fueron denunciados y se les dijo que habían «ensuciado su propio nido».
[104] La Historikerstreit no aportó ninguna investigación nueva, pero los esfuerzos de los historiadores conservadores o «revisionistas» como Ernst Nolte y Andreas Hillgruber estaban marcados por un tono nacionalista enojado.
[110] En 2011, el historiador militar alemán Wolfram Wette calificó la tesis de la Wehrmacht inocente como un «perjurio colectivo».
Suprimieron información y manipularon la política gubernamental, con su fallecimiento no hubo presión suficiente para mantener el engaño.
[113] Alexander Pollak en su libro Remembering the Wehrmacht's War of Annihilation utilizó su investigación en artículos de periódicos y el lenguaje que usaban, para identificar diez temas estructurales del mito.
Las tropas alemanas custodiaban el lugar y, junto a las SS, disparaban contra los judíos que luego caían en un pozo.
[172] El historiador Omer Bartov escribió a este respecto que las Directrices para la conducta de las tropas en Rusia, detallan «medidas despiadadas contra los agitadores bolcheviques, guerrilleros, saboteadores y judíos y pide la eliminación completa de cualquier resistencia activa o pasiva».
En agosto de 1941 el II Cuerpo ordenó que «los partisanos sean ahorcados públicamente y dejados colgados durante algún tiempo».
El libro investiga cómo pasaron los soldados alemanes desde asesinatos tentativos hasta sádicos «juegos de judíos».
Además, si se vieran afectados civiles inocentes, la ordenanza liberaba de cualquier responsabilidad a las tropas implicadas y la arrojaba exclusivamente sobre estos presuntos terroristas.
[206] En Alemania, los neonazis vuelven a levantar cabeza,[207][208] utilizando diferentes símbolos y eslóganes, pero basados en las viejas ideas del nacionalsocialismo.
[211] En este orden, se han celebrado conferencias con títulos como: «Crímenes de guerra en el siglo XX: ¿intención o situación?» (en alemán, Kriegsverbrechen im 20.
Así, la disculpa a la Wehrmacht, la negación del Holocausto, la rehabilitación nazi y la propaganda extremista de derecha confluyen, sutilmente, en Internet.