Seis meses más tarde, comenzó a ejecutarse la Operación Barbarroja que sería la primera fase de la Gran Guerra Patria, denominación concedida por el pueblo ruso a la guerra contra la Alemania nazi.
Estos aspectos conformaron un proyecto de conjunto reivindicado por los teóricos nazis: la creación de un Lebensraum al Este que sería edificado sobre las cenizas del mundo eslavo llevado a un estado pre-civilizacional.
Esta voluntad de aniquilación desempeñó un rol esencial en las inmensas pérdidas en vidas humanas que tuvo la Unión Soviética entre 1941 y 1945.
[5] El número de soldados del Ejército soviético muertos en combate representa cerca de 5.000 muertes por día, es decir, pérdidas cuatro veces más elevadas que aquellas sufridas por el Ejército imperial ruso sobre este mismo frente entre 1914 y 1917.
[6] Las pérdidas del ejército alemán en el Frente Oriental se estimaron en 2 millones de muertos y desaparecidos.