Se incluyó a civiles como grupos de oposición.
La orden decía: «El bolchevismo es el enemigo mortal del pueblo nacionalsocialista alemán.
Los soldados asiáticos, en particular, son inescrutables, impredecibles, tortuosos y brutales...».
[1] El historiador Omer Bartov escribió a este respecto que las Directrices para la conducción de las tropas en Rusia, detallan «medidas despiadadas contra los agitadores bolcheviques, guerrilleros, saboteadores y judíos y pide la eliminación completa de cualquier resistencia activa o pasiva».
[2] Por su parte el historiador norteamericano Waitman Wade Beorn escribió en su libro Marching into Darkness que la orden apunta explícitamente a los judíos como «enemigos raciales que deben ser eliminados por los militares independientemente de su comportamiento».