[2] Quedó huérfana en forma imprevista, por lo que debió completar su crianza alternando entre sus tíos y temporalmente en un convento.Con su esposo compartían ideales independentistas, lo que los impulsó a comandar un ejército con el propósito de independizar su territorio.La fecha aportada por Gantier fue oficializada y se ha venido sosteniendo hasta el siglo XXI, en que varios historiadores –entre otros, Hugo Canedo, Fernando Suárez, Juan José Leñero, William Lofstrom y Mario Castro– comenzaron a revisar nuevamente la documentación acerca de la heroína.Creció en Chuquisaca viviendo en el campo con libertades que a otros niños no le daban sus padres en esa época.Con esto se pretendía amedrentar a Padilla, conocedores del amor que él sentía por su familia.[35] La estancia en este campamento finalizó cuando el general patriota Manuel Belgrano fue derrotado y la familia Padilla debió escapar.Ella se quedó cuidando a sus dos hijos, que ya estaban gravemente enfermos y finalmente fallecieron.Y por codiciar este cargamento los cinco hombres resolvieron traicionar a su jefa e intentar asesinarla, aprovechando que estaba débil por el reciente parto.Por esa zona tienen sus cauces los ríos de Mojotoro, Tomina, Villar, Takopaya, Tarvita, Limón, Pescado y Sopachuy entre los más conocidos.[45] Además en esas zonas se establecían las poblaciones de Presto, Mojotoro, Yamparáez, Tarabuco, Takopaya, La Laguna y Pomobamba.Las dos últimas de estas localidades fueron posteriormente renombradas como Padilla y Azurduy homenajeando al matrimonio.[46] Cada lugar de esa región constituyó una «Republiqueta», un centro de rebelión con su jefe, bandera y administración autónomos, y sus esfuerzos convergieron a un resultado general que se logró sin que las partes llegaran a un acuerdo.Y los combatientes fueron pobladores originarios armados con piedras, cuya falta de experiencia en guerras convencionales no se notó en las diferentes batallas.[33] Producida la Revolución de Mayo en Buenos Aires, la capital virreinal, los esposos Padilla se ligaron, a partir de 1811, al Ejército Auxiliar del Norte enviado desde Buenos Aires para combatir a los realistas del Alto Perú, y Azurduy recibió a los jefes revolucionarios Juan José Castelli, Antonio González Balcarce y Eustoquio Díaz Vélez en las haciendas de Yaipiri y Yurubamba.Era un encargo difícil porque ese campamento estaba ubicado en un terreno en una zona serrana entre Chuquisaca y Potosí.Azurduy se defendió del ataque y profirió gritos, y en ese momento Huallparrimachi salió en su ayuda llegando en el momento exacto, porque logró interponerse a disparos de fusiles que tenían como blanco a su jefa pero que terminaron en su pecho cayendo muerto sin lograr proferir ni un gemido.Logró reunir diez mil reclutas entre los pobladores ayllus quienes eran convencidos por su presencia, vestida con vestimentas militares y manejando con destreza su sable.Belgrano en reconocimiento le obsequió a Azurduy su espada, arma que utilizó en todas sus acciones posteriores.En ese lugar estaba Azurduy quien se quedó como reserva con algunos hombres en custodia de las armas y los caudales.Entonces él continuó tras Padilla, quien se dio vuelta apuntándolo con su pistola pero sin poder disparar porque no estaba cargada, entonces Ovando dice que le pegó dos tiros con su pistola provocando que Padilla caiga al piso ensangrentado, y entonces con su puñal procedió a cortarle la cabeza, pese a los intentos del padre Polanco por impedirlo.[73] La noticia del fallecimiento de Padilla se fue expandiendo hacia todos los caudillos quienes decidieron formar un consejo para nombrar al nuevo comandante.Azurduy fue la presidenta de dicho consejo, y la elección para elegir al nuevo jefe fue difícil, Jacinto Cueto, Fernández, Severo Bedoya fueron los candidatos a tomar el mando pero estos no aceptaban esa posición cuando la elección parecía definirse hacia uno de ellos.Esta sublevación no solo estaba inspirada en la ausencia de quien fue un líder inobjetable sino también en la codicia por el tesoro que Azurduy poseía, fondos que servían para comprar la suficiente cantidad de armas para continuar las acciones bélicas con buena ventaja.Güemes nombró al teniente coronel José Antonio Asebey pero nunca pudo hacer efectivo su nuevo cargo porque los jefes se negaron a aceptarlo por algunos cuestionamientos hacia su persona.Dicho presidente Blanco había sido comandante de las tropas realistas y luchado contra los esposos Padilla.[2] Finalmente la pensión que le habían otorgado fue derogada en 1857 bajo el gobierno de José María Linares.En una carta escrita en ese año, cuando vagaba por las selvas del Chaco argentino: Vivió con su hija Luisa hasta que ella se casó con Pedro Poveda Zuleta y se radicaron lejos de Chuquisaca, lo que dejó a Azurduy completamente sola.Fue en el patio interior en lo que podía ser un tambo antiguo donde los viajantes pagaban una pieza para pernoctar.En la cultura popular argentina se la recuerda de varias formas, una cueca norteña escrita por el historiador Félix Luna y musicalizada por Ariel Ramírez honra el accionar de Juana Azurduy, llamándola «la flor del Alto Perú».Y su personaje en la película de Leopoldo Torre Nilsson Güemes, la tierra en armas fue protagonizada por Mercedes Sosa.