Las invasiones francesas al Brasil fueron conflictos armados que se dieron desde los primeros tiempos de la colonización portuguesa hasta fines del siglo XIX.[1].Este argumento, sustentado en la idea de que la soberanía sobre las nuevas tierras debía ser reclamada por todos, fomentó la práctica corsaria como medio para acceder a valiosos recursos naturales, como el palo brasil (Cæsalpinia echinata).La fortaleza de la posición francesa durante esta etapa puede atribuirse a sus alianzas estratégicas con las comunidades indígenas locales, particularmente los tupinambás.Sin embargo, el panorama comenzó a cambiar con la entrada de Portugal en la Unión Ibérica.La capacidad de los portugueses para movilizar recursos y tropas se vio incrementada, lo que les permitió contrarrestar las incursiones francesas debilitando sus posiciones en la región.En conclusión, la presencia francesa en Brasil durante el siglo XVI, aunque inicialmente prometedora y respaldada por alianzas indígenas, se vio marcada por un contexto de intensas rivalidades imperiales.Capistrano de Abreu relató en sus crónicas que durante mucho tiempo no se sabía si Brasil era portugués o francés.Durante la ocupación francesa, la isla recibió el nombre de "Île Saint-Alexis".El topónimo "Refoles" (antiguamente "nau de Refoles"), que coincide con el tramo del Potengi donde actualmente se encuentra la Base Naval de Natal, recuerda la presencia del francés Jacques Riffault en la región.Después, mediante un ardid, consiguió desembarcar hombres y artillería en la isla que fue conquistada al día siguiente arrasando el fuerte.El día 17 se celebró una misa solemne en acción de gracias por la victoria.Duclerc, que los comandaba, fue recluido bajo arresto domiciliario en la actual rúa da Quitanda.Desgraciadamente, las autoridades coloniales sobrestimaron la capacidad del sistema defensivo de la barra, y se extendió la creencia de que, tras semejante derrota, ningún corsario volvería a intentar forzarla, lo que resultó ser incorrecto.A la iniciativa de Duclerc siguió otra, más grande y mejor equipada, al año siguiente.En 1736, la Compañía Francesa de las Indias Orientales envió una expedición al mando del capitán Lesquelin.[8] El regente Diogo Antônio Feijó solicitó ayuda (que le fue denegada) a portugueses, británicos y franceses para contener la revuelta.[10] En Amapá, el apoyo francés al movimiento llegó a amenazar la integridad territorial de Brasil.Francisco Xavier da Veiga Cabral comandó la reacción brasileña contra la intrusión causando la muerte de Lunier y otros soldados franceses.[13] [[Archivo:Brazilian cruiser Tamandaré (C12) underway with destroyers during the 1961 Lobster War.jpg|thumb|276px|right|[[Crucero]] C Tamandaré (centro) escoltado por los destructores clase Fletcher Pará (D-27), Paraíba (D-28), Paraná (D-29) y Pernambuco (D-30) en 1961, durante la Guerra de la langosta.]]